Un funcionario de la Casa Blanca reconoció este sábado que Estados Unidos seguirá dependiendo de China para el suministro de minerales críticos necesarios para producir desde vehículos eléctricos hasta paneles solares, pese a los intentos de Washington de diversificar sus fuentes.

“Esto no se trata de China. Estamos perfectamente felices de trabajar con ellos y en este momento compramos muchos de los minerales a empresas chinas. Buscaremos diversificar”, dijo José Fernández, subsecretario de Crecimiento Económico y Medio Ambiente a los medios de prensa en Nueva York.

Para Fernández, el rol de China en el procesamiento de minerales implica que seguirá siendo un socio clave de Estados Unidos, al ser un componente esencial para producir las baterías de autos eléctricos.

La importancia de China no radica solamente en los minerales sino también en otras tecnologías como los electrolizadores de hidrógeno: equipos que permiten separar a escala industrial el hidrógeno y el oxígeno con el uso de electricidad generada a partir de fuentes renovables, en lugar utilizar procesos basados en metano.

A fines de este año, China controlará la mitad de la capacidad instalada de electrolizadores que producen hidrógeno, según destacó la Agencia Internacional de Energía (AIE) en un informe.

“No vamos a poder solucionar la crisis climática sin la participación de ellos”, señaló Fernández en declaraciones difundidas por la agencia de noticias Bloomberg.

“China es la segunda economía más grande del mundo, y uno de los principales socios comerciales de los Estados Unidos. Vamos a seguir trabajando con ellos, defendiendo nuestros intereses, protegiendo a nuestras empresas y criticándolos cuando lo creamos necesario”, agregó.