MIéRCOLES, 27 DE NOV

El Senado absuelve a Donald Trump y pone fin al juicio político

La cámara alta del Congreso estadounidense rechazó el cargo de abuso de poder por 52 votos contra 48, y se pronunció en el mismo sentido sobre el delito de obstrucción al Congreso por 53 votos contra 47.

 

La cámara alta del Congreso de Estados Unidos absolvió hoy al presidente Donald Trump y dio por terminado el juicio político que habilitó la Cámara de Representantes en diciembre pasado por los delitos de abuso de poder y de obstrucción al Congreso.

El Senado rechazó el cargo de abuso de poder por 52 votos contra 48, y se pronunció en el mismo sentido sobre el delito de obstrucción al Congreso por 53 votos contra 47, según la cadena CNN.

El único senador republicano que votó a favor de la destitución de Trump en el primer cargo fue el ex gobernador de Massachusetts y ex candidato presidente Mitt Romney. En el segundo, en cambio, se alineó con el resto de su bancada.

«La pregunta importante que la Constitución encomienda responder a los senadores es si el presidente cometió un acto tan extremo y flagrante que representa un delito y falta grave. Sí, lo hizo», anunció, visiblemente movilizado, Romney frente a la prensa en el Capitolio, una hora y media antes de la votación.

Inmediatamente después de la votación, el equipo de campaña de Trump celebró la noticia.

«Los demócratas que no sirven para nada saben que no pueden ganarle y entonces le hicieron un juicio político. Esta prueba horrible siempre fue una táctica de campaña para invalidar los votos de 63 millones de estadounidenses en 2016 y un esfuerzo transparente para interferir con la elección en 2020», aseguró el jefe de la campaña por la reelección de Trump, Brad Parscale, en un comunicado.

La votación en el Senado llegó horas después de que Trump diera un discurso electoralista ante ambas cámaras del Congreso que desató protestas sin precedentes de los demócratas y exhibió la creciente grieta política de Estados Unidos.

Algunos senadores republicanos expresaron su inquietud por la campaña de presión que Trump ejerció sobre Ucrania para que investigara a su potencial rival electoral demócrata Joe Biden e interfiriera en los comicios generales del 3 de noviembre próximo. Sin embargo, concluyeron que no se trataba de un delito lo suficientemente grave para destituirlo y, mucho menos, a ocho meses de disputar su reelección.

Por eso, los demócratas no lograron ni acercarse a la meta de convencer a 20 senadores republicanos para conseguir la destitución.

El oficialismo controla la cámara alta con 53 senadores, mientras que los demócratas poseen 45 bancas y suelen sumar el voto de dos legisladores independientes. Para expulsar del cargo a Trump necesitaban 67 votos.

El juicio político nació el año pasado por la denuncia que hizo un miembro de los servicios secretos contra Trump por retener ayuda militar para presionar a Ucrania a anunciar investigaciones por corrupción contra Biden.

El final de este proceso no cerrará otras investigaciones contra Trump que impulsa la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes. Sin embargo, no hay dudas que le dará envión a las aspiraciones electorales del mandatario de renovar mandato en noviembre próximo.

A lo largo de sus tres años de gobierno, Trump mantuvo un nivel de apoyo relativamente estable y esta semana alcanzó una cifra récord, un 49%, según la consultora Gallup.

Con una base derechista ferozmente leal que desborda sus frecuentes actos por todo el país, y con una maquinaria electoral de las más aceitadas y mejor financiadas de la historia, Trump siente que tiene la suficiente fortaleza como para ganar los comicios.

Sus aspiraciones se vieron reforzadas luego de que el fracturado Partido Demócrata hiciera un papelón en su primera elección de precandidatos presidenciales, anteanoche en Iowa, de donde aún hoy no había resultados finales debido a un problema técnico.

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