El enviado presidencial especial de Estados Unidos para el Clima y ex secretario de Estado, John Kerry, llegó hoy a China en una visita de tres días para intentar reactivar las conversaciones con las autoridades del gigante asiático sobre cambio climático.

Kerry, que realiza su tercer viaje a China desde que asumió funciones en 2021, llegó en un momento en que el impacto del cambio climático se hace notar especialmente, con olas de calor en numerosos puntos del hemisferio norte.

China y Estados Unidos son los dos principales países contaminantes: entre ambos suman casi 40% de las emisiones globales, pero ahora mismo su cooperación, como en otros ámbitos, está paralizada por las tensiones geopolíticas.

Kerry estará en China hasta el miércoles, y prevé reunirse con su homólogo Xie Zhenhua.

A partir de mañana, «China y Estados Unidos tendrán un intercambio de posiciones en profundidad» sobre cuestiones climáticas, indicó sin más precisiones la televisora pública china CCTV, al reportar la llegada de Kerry a Beijing, según la agencia de noticias Europa Press.

Medios oficiales chinos como el Global Times acusan a Washington de hacer un ejercicio de «condescendencia» hacia China y de castigar al país al imponer, por ejemplo, restricciones a sus paneles solares, una cuestión que podría estar sobre la mesa a lo largo de los tres días de visita de Kerry.

«Lo que queremos hacer es encontrar maneras de que China y Estados Unidos avancen juntos y el resto del mundo siga sus pasos», explicó Kerry antes de su visita durante una comparecencia ante congresistas estadounidenses en la que reconoció pocas expectativas de avances drásticos.

«Si podemos alcanzar algún progreso, creo que podremos poner freno a este estado de ‘competencia nerviosa’ que al final va a acabar provocando a un error por cualquier parte», explicó, según el diario británico Financial Times.

Este viaje es el tercero de un alto responsable de la Casa Blanca a China en las últimas semanas.

Kerry realiza esta visita tras las efectuadas por el secretario de Estado, Antony Blinken, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en el último de una serie de esfuerzos diplomáticos para estabilizar las relaciones entre ambos países, deterioradas principalmente por el estatus de Taiwán y el derribo a principios de año de un presunto globo espía chino que vigilaba, según Estados Unidos, suelo estadounidense.

El pasado agosto, Beijing suspendió las conversaciones con Washington sobre el cambio climático a modo de protesta por la visita a Taiwán de Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

La relación entre ambas potencias parece no obstante haberse distendido después de meses de tensión. La ambición de Kerry es restablecer el diálogo con China.

El alto funcionario hablará del «reforzamiento de las ambiciones y de la puesta en marcha» de normas sobre el clima, y de la «promoción de una COP28 exitosa», que tendrá lugar en Dubái a final de año, añadió el Departamento de Estado.