Los índices en la materia económica de Estados Unidos vieron un incremento este mes de junio, con un registro de 4.8 millones de trabajos no agrícolas, según informó el relevamiento del Departamento de Trabajo, siendo el índice más alto desde 1939.

En tanto, la tasa de desempleo descendió a 11,1% desde el 13,1% del mes anterior. Las contrataciones están aumentando, principalmente, porque las empresas están recibiendo devuelta a trabajadores despedidos de segmentos no esenciales como restaurantes, gimnasios, oficinas de atención dental, entre otros, los cuales estuvieron cerrados para contener al coronavirus.

El aumento de puestos de trabajo, su suma a otras mediciones, como el gasto del consumidor, que muestran un fuerte rebote de la actividad. Pero la vuelta a la actividad de las empresas tras el cierre de mediados de marzo ha desatado nuevos brotes de coronavirus en vastas áreas del país, entre ellos los populosos estados de California, Florida y Texas.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció esta semana el repunte de la actividad y dijo que la economía “había entrado en una nueva fase importante y antes de lo esperado”. Pero Powell advirtió que la perspectiva “es extraordinariamente incierta” y dependería de su éxito para contener el virus.

En otro reporte, el Departamento del Trabajo dijo que los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo alcanzaron una cifra desestacionalizada de 1,427 millones en la semana terminada el 27 de junio, por debajo de las 1,482 millones de solicitudes de la semana anterior.

En una economía que ya había caído en recesión a partir de febrero, muchas compañías, incluidas algunas que no se vieron afectadas inicialmente por las medidas de cierre, están luchando con una demanda débil.

El Departamento del Comercio indicó que la brecha comercial se incrementó en 9,7% a 54.600 millones de dólares, mientras que los economistas encuestados por Reuters esperaban un saldo negativo menos acentuado para mayo de 53.000 millones de dólares.