Estados Unidos, Israel y Hamás ultiman un acuerdo para liberar a los rehenes tomados por las milicias palestinas el pasado 7 de octubre en una ataque por sorpresa, que dejó 1.200 fallecidos en Israel, y que desembocó en una guerra que ha provocado más de 13.000 muertos en Gaza.

Está «más cerca» que nunca, ha dicho el asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jonathan Finer. Aunque no ha querido precisar cifras de liberados, ha señalado que serían «mucho más de doce»: «Lo que puedo decir en este momento es que algunas de las áreas pendientes de desacuerdo, muy complicadas y muy sensibles se han reducido», ha expresado Finer.

El funcionario tampoco ha detallado cuándo sería la pausa de las hostilidades, pero ha subrayado que es necesaria para «mover rehenes por un campo de batalla muy peligroso». El cese de los combates, facilitaría «la distribución de asistencia humanitaria en toda Gaza». «Esa es una prioridad bajo cualquier circunstancia, incluso si no hay un acuerdo de rehenes», ha enfatizado.

Las informaciones sobre el estado del pacto, mediado también por Qatar, han sido confusas durante toda la jornada y así crece la desesperación entre los familiares.

Mientras que, desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu, aclaraba el sábado que «hay muchos rumores infundados» e «informes incorrectos» y que «hasta ahora no ha habido ningún acuerdo». «Pero quiero prometer que cuando haya algo, lo contaremos», porque apunta a que los rehenes podrían ser liberados en grupos de 50 cada 24 horas y que también entraría la ayuda humanitaria a la Franja.

Se desconoce, por el momento, la situación de los rehenes, unos 240, según cifras israelíes. En tanto que dos mujeres estadounidenses y dos mujeres israelíes han sido liberadas y otra mujer, una soldado de Israel fue rescatada por el Ejército hebreo. Así, los cuerpos de otras dos civiles fallecidas han sido encontrados en los alrededores del hospital Al Shifa, el mayor de Gaza, que está asediado por Israel.

Por otro lado, Hamás anunció que hace semanas que varios rehenes habían muerto en los ataques israelíes, algo que no ha podido ser confirmado. Los familiares de los secuestrados han asegurado estar desesperados por falta de noticias de sus seres queridos y este sábado culminaron una marcha de cinco días desde Tel Aviv hasta Jerusalén, donde reclamaron por la liberación de los rehenes y transparencia a las autoridades.

Cabe destacar que, cerca de 20.000 personas llegaron a pie a la oficina de Netanyahu, portando carteles con las fotos de los secuestrados y con una consigna clara: «bring them home» (Traedlos a casa). «Estamos marchando con ustedes, yo estoy marchando con ustedes, todo el pueblo de Israel está marchando con ustedes», expresó Netanyahu, que aceptó reunirse con los familiares de los rehenes la semana próxima.

A la espera de conocerse más detalles, la ofensiva israelí continúa dentro de Gaza, donde el Ejército asegura haber tomado el control de importantes infraestructuras. Además, advirtió a los civiles de desplazarse aún más al sur de la Franja, debido a que iba seguir buscando posiciones de Hamás en la región, a la que había pedido anteriormente que se dirigieran.

Mientras que todos los hospitales de Gaza están fuera de servicio. La situación humanitaria de los palestinos es catastrófica, según denuncia la ONU, debido a la falta de alimento, agua y combustible y al alto grado de destrucción de los edificios.

Este domingo, el Ministerio de Sanidad de Gaza, ha anunciado que todos los hospitales de capital se encuentran fuera de servicio y solo quedan operativas dos pequeñas clínicas de la ciudad. La mayoría de pacientes y médicos ya han salido del hospital Al Shifa, el mayor de la localidad, después de que Hamás asegura que Israel había dado un ultimátum para la evacuación del centro sanitario, algo que el Ejército israelí niega.