VIERNES, 29 DE NOV

La ocupación de camas críticas por coronavirus disminuyó en casi todo el país

Si bien en la provincia de Santa Fe se observa una reducción en la cantidad de pacientes con Covid-19 internados en sala general y terapia intensiva, los niveles de ocupación de camas en Rosario continúan siendo altos.

 

Hospitales públicos y privados registraron una constante disminución de la ocupación de Unidades de Terapia Intensiva (UTI) por pacientes de Covid-19 en casi todas las provincias, y se incrementó la ocupación de pacientes sin cuadros de coronavirus, según indicó este lunes en un relevamiento realizado por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI).

El reciente estudio, del que participaron en forma voluntaria 138 UTIs públicas y privadas con un total de 2.858 camas, indicó que la tasa de ocupación descendió al 83%, del cual el 48% son pacientes de Covid-19.

Del total de los pacientes, cuya edad promedio es de 53 años, similar a la medida durante la segunda ola, el 69% requirió ventilación mecánica (ARM) y el 10% cánulas de alto flujo (CAFO).

Además, descendió un 3% las personas que requirieron ARM por fuera de la UTI.

En las provincias de Entre Ríos y La Rioja es donde mayor ocupación se registró, con 94,66% y 93,75%, respectivamente.

Según el reporte de la situación epidemiológica que difundió el Ministerio de Salud de Santa Fe el pasado domingo, en la provincia hay 427 pacientes internados en sala general y 309 en terapia intensiva (288 con asistencia respiratoria mecánica y 21 sin ella).

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Si se comparan estas cifras con las registradas un mes atrás, se advierte un descenso en la ocupación, ya que al 12 de junio de 2021 había 584 pacientes internados en terapia intensiva y 378 en terapia intensiva.

En tanto, en Rosario la ocupación de camas generales en los centros de salud públicos –hasta el último domingo- era del 89%, mientras que sólo hay un 2% de camas críticas disponibles, con lo que la situación del sistema de salud sigue estando al límite.

Por último, se preguntó a trabajadores “si seguirían con la especialidad de Terapia Intensiva después de la pandemia”, y el 61% de las personas encuestadas contestaron que sí, el 9% que la piensa dejar y el 30% que tal vez la deje.

Los motivos fueron los bajos salarios en un 95%, el bajo reconocimiento de la especialidad y el agotamiento en un 76%, querer pasar más tiempo con la familia en un 67% y malas condiciones laborales y de representación en un 47%.

La SATI aclaró que este estudio es un muestreo que “no representa la totalidad de camas de UTI del país”, por lo que no es prudente extraer conclusiones por encima de las estadísticas oficiales.

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