MIéRCOLES, 27 DE NOV

«En enero y febrero muchos comercios se verán obligados a bajar sus persianas»

Así lo afirmó Juan Milito, titular  del Centro Unión de Almaceneros, en diálogo con Conclusión. Los próximos aumentos en alquileres, servicios y la creciente caída en las ventas complicarán el panorama de los pequeños comercios. 

Por Florencia Vizzi

Una compleja perspectiva es la que se presenta, en los próximos meses, para el sector de los almacenes, autoservicios y pequeños supermercados de la ciudad. Así lo advierten desde el Centro Unión de Almaceneros y Comerciantes Detallistas de Rosario, quienes prevén que la fuerte retracción en el consumo, sumada a los aumentos en los servicios y alquileres, resultará en el cierre de comercios que no lograrán equilibrar sus ingresos.

«Enero y febrero van a ser dos meses de prueba muy intensos,  porque de por sí, en nuestra ciudad caen mucho las ventas en esas fechas, y ante la complicada situación que están afrontando los comerciantes, muchos negocios se verán obligados a bajar sus persianas», señaló el presidente  de la organización, Juan Milito.

«Lo que analizamos nosotros es que durante el 2016, se registró una caída de la venta que ronda,  dentro de los boulevares, un 20%,  y en la periferia se acerca al 30%», explicó Milito. «Esa es la retracción real del consumo. Y por otro lado, el incremento de los gastos fijos de los comercios, debido a los tarifazos salvajes que hubo en el 2016, complicó mucho la situación real de los pequeños comercios. A esta perspectiva se le suma que, al efectivizarse  la renovación de los contratos de alquiler, los mismos tendrán un incremento que va estar en el orden del 25 al 30%, por lo cual, ante esta realidad, los comerciantes van a pensar dos veces si renuevan esos contratos o cierran definitivamente sus negocios», señaló el representante de los almaceneros.

Milito hizo hincapié en que «en el último tramo del 2016 comenzamos a ver el cierre de varias unidades comerciales, en forma de goteo, en distintas zonas de la ciudad». Y agregó: «El día a día para nuestro rubro se está volviendo difícil».

«El tema es que los autoservicios, almacenes y pequeños supermercados, sobre todo en los barrios, hasta el año 2015  teníamos nuestras economías más o menos estabilizadas. No teníamos deudas financieras, no teníamos deudas bancarias y nuestros pagos, al ser casi todos de contado, estaban al día. Todo eso nos permitió afrontar  relativa solidez  el año que pasó. Pero lo que ha ido ocurriendo, en estos últimos meses, es la baja del  stock de mercaderías. Esto es algo que uno nota inmediatamente al entrar a los comercios y que tiene que ver con la falta de liquidez causada por el aumento de los servicios e impuestos y por otro lado por la inflación», refirió Milito.

Milito también remarcó que un factor de peso en la dura realidad que afrontan es la inflación. «A eso también se suma a la lista de factores que complejizan nuestra realidad. En los costos de reposición, a la inflación o se le gana o se pierde, no hay términos medios. Se le gana cuando compras por encima del stock. Pero al comerse todo el dinero en alquileres y servicio, no queda nada de efectivo para reponer mercaderías… y eso se vuelve un círuclo vicioso, menos mercaderías tenés, menos vendés, y menos dinero tenés para volver a reponer».

En ese sentido, el presidente del Centro Unión de Almaceneros desmiente categóricamente que haya habido un retroceso en los índices inflacionarios. «No fue así, al menos, no en nuestra ciudad, afirmó. «Las empresas formadoras de precio, por ejemplo las gaseosas o los panes envasados, sólo por nombrar algunos, en el mes de diciembre aumentaron en el orden del 6%.», enfatizó.

«Con el discurso se puede atenuar la sensación, pero la realidad es otra. La realidad es que los aumentos se siguieron sosteniendo, cosa que no tendría que haber sido así, porque la demanda cayó en forma importante y las cadenas formadoras de precios, que han vendido menos, aumentaron para seguir teniendo la misma rentabilidad. La pregunta es hasta cuando ésto se va a seguir sosteniendo, porque el bolsillo de la gente toca fondo cada vez más rápidamente. «Hay que decir las cosas como son, en bebidas y alimentos el promedio de aumentos fue del 45%».

Milito no duda de que, dado los aumentos tarifarios ya anunciados para el 2017, al momento, gas, agua y luz, la situación va a empeorar. «En estos mese han ido cerrando los comercios más chicos, que no tenían ningún respaldo para sostenerse. Pero en los próximos meses, esa es la realidad que irán afrontando los que son un poco más grandes, y que tienen entre ocho y diez empleados, porque las estructuras de costos impactan fuertemente sobre esos negocios, y no van a poder sostener los costos de los sueldos, por ejemplo», cerró el dirigente almacenero.

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