El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, se instaló ayer en Olavarría y dio una conferencia de prensa para la que no estaba preparado, y en la que responsabilizó al intendente Ezequiel Galli por la habilitación del show, que es lo mismo que decir que Cambiemos le soltó la mano.

Ritondo tampoco pudo explicar como funcionario bonaerense la sorprendente imprevisión del gobierno sobre la cantidad de asistentes que ya había sido mencionada por el propio intendente la semana anterior, ni lo ocurrido en la caótica desconcentración de miles y miles de personas, y apenas si pudo balbucear alguna respuesta sobre un incomprensible operativo de rastrillaje; la puesta a disposición de la Dirección Búsqueda de Personas dos días más tarde del momento en que hubiera sido necesaria; y que afectó (ayer) a la Bonaerense y los bomberos.

Según fuentes de la gobernación consultadas por PáginaI12, Ritondo fue enviado a dar la cara por el propio presidente Mauricio Macri. Una versión insistente que señalaron esas fuentes fue que después de mediciones, el gobierno nacional está más preocupado por el impacto negativo del paro docente que por el impacto negativo de la impericia bonaerense en el recital. Y decidió tapar.