Algunos actores aseguran tener problemas para conseguir trabajo debido a haberse manifestado en favor de determinas ideologías políticas. Un caso reciente fue el de Pablo Echarri, quien había sido convocado para participar en la serie que harán sobre la vida de Sandro. Al poco tiempo lo bajaron del proyecto. ¿El motivo? El esposo de Nancy Dupláa declaró que lo sacaron porque «dividía la pantalla».

En una entrevista en el programa televisivo Desayuno Americano, Ricardo Darín defendió a su colega: «Pongo las manos en el fuego por Pablo Echarri. Por él y muchos otros. Detesto esa estigmatización de porque defendés una postura política o una ideología automáticamente sos socio de unos corruptos», enfatizó el actor.

Diferencias

Además, señaló que a los argentinos les cuesta aceptar que los demás pueden pensar diferente en el ámbito de la política: «Estás conmigo o sos mi enemigo, ese creo que es el mal más grande con el que tenemos que convivir en estos días. Para salir de esta perversa dinámica, nos va a llevar un tiempo. Si no nos dan el ejemplo lo que nos manejan –agregó darín-, los que están arriba, si no hacen manifestaciones claras y contundentes para demostrarnos que hay que salir de esa estupidez, nos vas a costar mucho más, porque los ejemplos son de arriba hacia abajo».

Por otra parte, explicó que por estas cuestiones políticas se puso muy incómodo cuando protagonizó la película “La cordillera”, de Santiago Mitre, en la que interpretó a Hernán Blanco, un presidente de Argentina que durante una cumbre internacional de mandatarios se descubrirá atrapado entre la política y su vida personal.

Un poco de incomodidad

«A pesar de ser una ficción, ese coqueteo que puede tener con posibles realidades circundantes me producía cierta incomodidad. De hecho la pregunta más frecuente que me han hecho fue ¿en qué presidente te basaste? Eso te da la pauta de que la realidad demanda de una forma u otra que te definas. Aun tratándose de una historia de una película que sabemos que es ficción», manifestó. «La realidad nos tiene de rehenes, no nos podemos permitir apartarnos. Estamos intoxicados de realidad», concluyó.