Una de cada tres pymes de tecnología debió reducir el empleo en lo que va del año, advirtió la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL), la cual alertó además sobre «señales preocupantes que desalientan la inversión en el sector».

En los primeros nueve meses del año, en comparación con igual período del año anterior, el 40% de las empresas disminuyó su facturación en un promedio de 30,5%, según los resultados de la Encuesta Coyuntural Sectorial elaborada por la entidad.

Según el informe, el 35% de las empresas disminuyó la plantilla de personal en un 20% promedio, mientras el 54% mantuvo el nivel y sólo el 11% aumentó sus contrataciones, en una tasa que promedió el 13,5%.

Así, más de un tercio de las pymes del rubro electrónico debió achicar su plantel en medio de «bajas expectativas» para el último trimestre del año. Al relevar los niveles de producción y uso de la capacidad instalada, el sondeo indicó que el 51% de las pymes disminuyó su producción, el 32% lo mantuvo y sólo el 16% la aumentó.

La variación promedio de la baja en la producción interanual fue de 32%, mientras que la del aumento fue del 15,5%. El estudio de CADIEEL sostuvo el 52% de las industrias manifestaron que exportan y, de ese grupo, un tercio indicó que aumentó su nivel de exportaciones sobre ventas un 45% promedio.A su vez, un 44% lo mantuvo y el restante 22% admitió que bajó en un promedio del 29%.

El presidente de CADIEEL, Jorge Luis Cavanna, evaluó que «hay señales preocupantes que desalientan la inversión en el sector». En ese sentido, cuestionó la baja de aranceles de importación para equipos informáticos que pone en riesgo más de «cinco mil puestos de la cadena de valor del sector».

Cavanna criticó también la «pérdida de oportunidades para impulsar el desarrollo competitivo» de las pymes vinculadas al Plan Renovar de energías renovables y a la licitación de generación térmica distribuida realizada por el gobierno.

La cámara reclamó convocar «una mesa de trabajo federal para reunir los adjudicatarios, industria, sindicatos y sector público para constituir un ámbito de diálogo en el que se pueda ofrecer el producto del trabajo argentino y no dejar pasar la oportunidad tan importante para el desarrollo competitivo».