A menos de un mes del traspaso de poder en Estados Unidos, la hija del derrocado líder iraquí, Saddam Hussein, se mostró contenta con la victoria electoral de Donald Trump, a quien describió como un dirigente con «una gran sensibilidad política» que «desnudó las equivocaciones de los otros sobre Irak».

Al referirse a la situación actual de su país natal, Irak, Raghad culpó a Washington de la espiral de violencia que no cesa, pero se mostró optimista sobre el futuro con la llegada al poder de Trump.

«Por lo que se puede ver, este hombre tiene un alto nivel de sensibilidad política, muy distinto al de sus predecesores», aseguró la iraquí de 48 horas.

Trump «expuso los errores de los otros, especialmente sobre Irak, lo que significa que es muy consciente de los errores cometidos en Irak y lo que le pasó a mi padre», agregó.

Durante la campaña presidencial, Trump hizo mucho hincapié en que la invasión a Irak en 2003 fue un error -pese a la prensa demostró que en aquel momento el entonces magnate inmobiliario la apoyó- y, aunque reconoció que Saddam Hussein «era un hombre malo», reivindicó su capacidad de «matar terroristas».