“Habían pasado unos minutos de las dos de la tarde del martes 7 de agosto de 1900 cuando Earnest Black lanzó la pelota al aire para hacer su primer saque ante Dwight Davis en el Longwood Cricket Club de Boston. Era el comienzo del match entre Estados Unidos y las Islas Británicas y también de la que sería luego la competencia de tenis por equipos más importante del mundo: la Copa Davis”. Así cuentan los periodistas Marcelo Maller y Daniel Corujo en su libro La Copa Davis, el sueño argentino (Ediciones Tenis Sport, 2006), el nacimiento de lo que con el correr de los años se convirtió también en el más ansiado título y hasta ayer la gran cuenta pendiente para los argentinos amantes del tenis.Ese mítico trofeo que ayer la Argentina consiguió por primera vez, en la quinta final a la que llegó. El equipo albiceleste de tenis capitaneado por Daniel Orsanic e integrado por Juan Martín Del Potro, Federico Delbonis, Leonardo Mayer y Guido Pella hizo historia. Y nada menos que con Diego Armando Maradona como el hincha número uno haciéndoles el aguante desde las tribunas del estadio Arena Zagreb, en la capital de Croacia.

Las primeras ediciones

En la única serie disputada en aquella primera edición de la Copa Davis, Estados Unidos venció a Gran Bretaña por 3 a 0. El equipo ganador estuvo integrado por el citado Dwight Filley Davis, quien diseñó el formato del torneo y donó de su bolsillo la copa que se popularizaría como la ensaladera de plata, como capitán y jugador, junto a Malcom Whitman y Holcombe Ward.

Tres años después, Gran Bretaña venció a Estados Unidos por 4 a 1, nuevamente en Boston; y en 1907 Australia ganó por primera vez la Copa Davis, venciendo a Gran Bretaña en Londres por 3 a 2, cortándole una racha de cuatro conquistas consecutivas a los británicos.

En 1920, Bill Tilden y Billy Johnston recuperaron la Copa Davis para Estados Unidos con un aplastante 5 a 0 sobre Australia, comenzando así una serie de siete años de victorias norteamericanas consecutivas.

El debut argentino

copa-copaPero tuvieron que pasar un poco más de dos décadas desde aquel nacimiento de la Copa Davis para que la Argentina hiciese su debut en el torneo, ya que recién jugó su primera serie el 15 de junio de 1923 ante Suiza (perdió 4 a 1).

Un par de años antes, en 1921, la United States Lawn Tennis Asociation había invitado a la Liga Argentina de Lawn Tennis para participar en la Zona Europea de la Davis, donde le tocaba enfrentar a Dinamarca. Pero el equipo nacional perdió por walkover, ya que los dirigentes argentinos esgrimieron problemas económicos para realizar el viaje hacia el viejo continente y no se presentó.

Los legendarios mosqueteros

En 1927 apareció en escena el legendario equipo de “Los Cuatro Mosqueteros” de Francia: René Lacoste, Henri Cochet, Jacques Borotra y Jacques Brugnon, quienes ganaron la Copa Davis en seis ediciones consecutivas.

Pero ese tipo de hazañas no llegaron a eclipsar el predominio norteamericano a través de la historia. Desde que ganó aquella primera final de la Copa Davis en 1900, Estados Unidos es el país que más veces obtuvo el trofeo: no sólo se dio el gusto de triunfar en 32 oportunidades –en otras 29 veces fue subcampeón–, sino que además lo hizo en varias series consecutivas. Así ocurrió entre 1920 y 1926, entre 1946 y 1949, y desde 1968 a 1972 inclusive.

Australia, el país que le sigue en cantidad de victorias, obtuvo el mayor premio del tenis masculino por equipos en 28 ocasiones, de las cuales las primeras cuatro correspondieron a la denominación Australasia –que integraba el territorio australiano al continente asiático– y las restantes como nación individual. Además, Australia fue subcampeón en 19 ediciones.

Más atrás se ubican Gran Bretaña con 10 títulos ganados (y 8 subcampeonatos), Francia con 9 títulos (8 subcampeonatos), Suecia con 7 (5 subcampeonatos), España con 5 (4 subcampeonatos), Alemania con 3 (2), República Checa con 3 (2), Rusia con 2 (3), Italia con uno (6), Argentina con uno (y cuatro subcampeonatos). También ganaron una vez la Copa Davis: Serbia (1), Suiza (1), Sudáfrica y Croacia (1).

Mientras que llegaron a la final de la Davis pero no pudieron ganarla y fueron subcampeones: India (3 veces), Rumania (3), Bélgica (2), Chile (1), Eslovaquia (1), Japón (1) y México (1).

La gran ilusión argentina

Desde aquella primera incursión nacional en la Copa Davis de 1923 a la quinta final disputada ayer en Zagreb que le dio a la Argentina por primera vez la ensaladera de plata, mucha agua pasó debajo del puente. El equipo argentino de Copa Davis jugó hasta hoy un total de 149 series, de las cuales ganó 86 y perdió 63.

Sus jugadores más destacados a lo largo de la historia son Guillermo Vilas, quien tiene un récord de 57 partidos ganados y 24 perdidos, David Nalbandian (38-11) y José Luis Clerc (31-24). Además de la de ayer en Croacia, en la que conquistó su primer título, la Argentina llegó a la final de la Copa Davis también en 1981, 2006, 2008 y 2011.

Aquel equipo con el que debutó la Argentina en la Davis de 1923 estuvo integrado por Carlos Caminos, Ronaldo Boyd, Alfredo Villegas y Guillermo Robson. Su capitán fue Juan Gibson, el entonces presidente de la Asociación Argentina de Lawn Tennis. Y si bien aquella serie disputada en Ginebra terminó en derrota ante Suiza por 4 a 1 en cuartos de final, abrió el camino para la concreción de un sueño demorado hasta ayer, poder alzar la añorada ensaladera de plata.

La primera victoria criolla en la Davis llegó recién en la serie que se jugó del 16 al 18 de mayo de 1926, al derrotar a Hungría 3 a 2, por la segunda ronda de la Zona Europea y en el Club de Tenis de Barcelona, España, en la superficie preferida por los tenistas argentinos: el polvo de ladrillo.

La delegación estuvo integrada por Guillermo Robson, Enrique Obarrio (jugador y capitán), Héctor Cattaruzza y Ronaldo Boyd.

Ese mismo mes, entre el 29 y el 31 de mayo de 1926, la Argentina cayó en Barcelona ante el local, España, por 3 a 1.

La revolución Vilas

Pero la verdadera revolución del tenis argentino se produjo con la irrupción del hombre que marcó un antes y un después en la práctica del deporte blanco en el país: Guillermo Vilas. El más grande tenista argentino de todos los tiempos se transformó también durante muchos años en el jugador con más presencias, mayor cantidad de partidos ganados, series y años jugados en la Copa Davis.

De su mano llegó el primer gran golpe criollo en la Davis cuando, en 1977 aprovechando el espectacular año de Vilas –acompañado en el equipo de la copa por Ricardo Cano y Elio Álvarez–, la Argentina llegó hasta las semifinales, donde perdió ante Australia por 3 a 2 en el Buenos Aires Lawn Tennis Club.

Tres años después, en 1980, la Argentina volvió a perder en semifinales y de local. Fue 3 a 2 ante Checoslovaquia y el equipo estuvo integrado por Vilas, Cano y José Luis Clerc.

Tocar el cielo en Cincinnati

Precisamente fue “Batata” Clerc, un ex hincha de la popular del porteño Buenos Aires Lawn Tennis Club, quien se convirtió en el compañero ideal de Vilas en la Davis y aunque la relación entre ambos se volvió muy turbulenta –al punto de que llegaron a no hablarse–, casi logran tocar el cielo con las manos, cuando en 1981 llevaron a la Argentina por primera vez a una final de la copa más ansiada.

Aquel equipo capitaneado por Carlos Junquet y que se completaba con Cano y Eduardo Bengoechea como suplentes, enfrentó al poderosísimo conjunto de Estados Unidos sobre la rápida superficie de la carpeta indoor del Riverfront Coliseum de Cincinnati.

La cita fue del viernes 11 al domingo 13 de diciembre de 1981. Era el fin de semana de un mundo convulsionado. Con el presidente estadounidense Ronald Reagan pidiendo a sus compatriotas que abandonasen Libia ante el peligro de un ataque inminente contra el país de Muammar Gaddafi, el “villano” de aquel entonces para la potencia del norte; con el relevamiento de militares españoles golpistas, y con las denuncias de la organización Amnistía Internacional por violaciones a los derechos humanos en numerosos países, incluyendo la Argentina, que era gobernada por la sangrienta última dictadura militar.

Los favoritos eran los locales y la primera jornada se cerró el viernes empatada 1 a 1, tras la derrota de Vilas ante John McEnroe (6-3, 6-2 y 6-2) y el triunfo de Clerc sobre Roscoe Tanner (7-5, 6-3 y 8-6).

Al día siguiente, cuando nadie lo esperaba, la dupla argentina Vilas-Clerc dejó mudos en el quinto set a los 11.000 espectadores que habían ido a ver un “trámite” del mejor equipo de dobles del mundo de aquel entonces: Peter Fleming-John McEnroe. Los locales ganaron el primer set y el tercero. Pero los argentinos se quedaron con el segundo y el cuarto, y forzaron a definir el pleito en un quinto set.

El díscolo McEnroe estaba más “sacado” que nunca y buscaba embarrar la cancha: insultaba al capitán y a los jugadores argentinos y protestaba casi todos los fallos, tratando de hacer valer la localía.

La Argentina tuvo su oportunidad en el decimocuarto game, aunque no pudo ganar ningún punto y las chances comenzaron a esfumarse.

Al juego siguiente, McEnroe levantó dos breaks para alivio de los asustados aficionados locales. “Jugué uno de los mejores partidos de mi vida. Tal vez el mejor”, comentó Vilas luego de las 4 horas y 52 minutos que duró el épico encuentro que los locales ganaron por 6-3, 4-6, 6-4, 4-6 y 11-9.

Al día siguiente McEnroe sufrió más de la cuenta para vencer a Clerc (7-5, 5-7, 6-3, 3-6 y 6-3) y cerrar la final a favor de los locales. El resultado final fue 3 a 1 ya que Vilas canceló su partido con Tanner tras ir perdiendo el primer set 11 a 10.

Tras los retiros de Vilas y Clerc, el tenis argentino sufrió una etapa de vacas flacas que incluyó el descenso del Grupo Mundial en 1987, época en la que el estandarte era Martín Jaite.

Posteriormente, de la mano de la legión el tenis criollo volvió a los primeros planos y perdió en semifinales en 1990 (con Australia 5-0), 2002 (con Rusia 3-2), 2003 (con España 3-2), y 2005 (con Eslovaquia 4-1).

Las otras finales perdidas

La segunda chance para la Argentina de ganar la Copa Davis llegó en 2006, 25 años después de que Vilas y Clerc perdieran en Cincinnatti ante Estados Unidos. En esa ocasión, sin tanta peleas de egos, pero con algunos chispazos internos, el equipo capitaneado por Alberto “Luli” Mancini y liderado por David Nalbandian tuvo que ir hasta la gélida Moscú para jugar ante Davidenko, Safin y compañía.

El camino a la final en Moscú se construyó gracias a los triunfos sobre Suecia en la primera ronda del Grupo Mundial (5 a 0), sobre Croacia en cuartos de final (3 a 2) y ante Australia en semifinales (5 a 0). Aquel equipo estuvo integrado por David Nalbandian, Juan Ignacio Chela, Agustín Calleri, José Acasuso y Guillermo Caña

Así se llegó al primer día de competencia. Con Diego Maradona en la tribuna, sacado, gordo, exultante, Davydenko derrotó a Chela 6-1, 6-2, 5-7 y 6-4, pero Nalbandian le dio vida a la Argentina al vencer a Safin 6-4, 6-4 y 6-4. El viernes terminó 1 a 1.

Al día siguiente, en el dobles, Safin y Dimitri Tursunov jugaron un partido enorme y le ganaron a Calleri y Nalbandian 6-2, 6-3 y 6-4. Una vez más, el punto clave del sábado se perdía.

Ya en la última jornada, el domingo, Nalbandian, otra vez mostrando su estirpe copera, forzó el quinto punto al vencer a Davydenko 6-2, 6-2, 4-6 y 6-4. Sin embargo, en el punto decisivo, Acasuso no pudo con la potencia de Safin que lo superó por 6-3, 3-6, 6-3 y 7-6 (5). “Chucho” jugó un gran partido y le dio pelea a un Safin que tiró en la cancha todo su talento y su experiencia. Finalmente, la copa fue para Rusia, que redondeó un 3 a 2 final.

En 2008, la Argentina jugó su tercera final y la primera como local contra España. Pero la ilusión naufragó en Mar del Plata y se perdió 3 a 1. Intereses políticos, económicos, internas y exceso de confianza fueron las razones de una derrota histórica.

España llegó a la final sin su as de espada: Rafael Nadal, pero ni así la Argentina, capitaneada por Luli Mancini, pudo quebrar el maleficio y otra vez se quedó con las manos vacías. Y esta vez dolió mucho más porque la derrota fue de local.

En el primer día de competencia, el viernes, David Nalbandian se impuso a su tocayo David Ferrer 6-3, 6-2 y 6-3. Pero en el segundo turno, Feliciano López sorprendió a un errático Juan Martín Del Potro y lo venció 4-6, 7-6 (2), 7-6 (4) y 6-3.

El sábado, López y Fernando Verdasco le ganaron en el dobles a Nalbandian y Agustín Calleri 5-7, 7-5, 7-6 (5) y 6-3. Otra vez, como en 1981 y en 2006, Argentina perdió el clave punto del dobles del sábado.

Para colmo, el domingo Del Potro no pudo jugar su partido por dolencias físicas. Lo reemplazó Acasuso, quien ya tenía el peso de perder el partido decisivo de la Davis en 2006 ante Safin. “Chucho” hizo lo que pudo, pero Verdasco lo venció 6-3, 6-7 (3), 4-6, 6-3 y 6-1. España fue campeón sin Nadal y festejó en Mar del Plata.

En 2011, la Argentina volvió a jugar una final contra España pero esta vez de visitante, con un rival con plantel completo y cayó por 3 a 1.

La serie se disputó del 2 al 4 de diciembre de 2011 en Sevilla, el capitán argentino, Modesto “Tito” Vázquez, dispuso un equipo integrado por Juan Martín del Potro, David Nalbandian, Juan Mónaco y Eduardo Schwank. Esta vez España era claramente el favorito, de local y con Rafael Nadal (número dos del ranking mundial) como abanderado y con David Ferrer (Nº 5 del mundo) como su escudero.

En el primer single Nadal barrió a “Pico” Mónaco por 6-1, 6-1 y 6-2. En el segundo turno, Del Potro salió a la cancha para enfrentar a Ferrer en un partido que fue un fiel reflejo de la categoría de ambos. El español ganó el primer parcial, pero “La Torre” se llevó los dos siguientes y alimentó las esperanzas nacionales. Sin embargo, el físico le pasó factura al tandilense, que finalmente cayó en cinco sets.

A diferencia de las finales anteriores, esta vez el mejor punto para el elenco argentino llegaría el sábado con el dobles, integrado por Nalbandian y Schwank, que se tomó revancha de lo ocurrido en Mar del Plata ante la dupla López-Verdasco y se impuso sin atenuantes por 6-4, 6-2 y 6-3.

Todo se decidiría el domingo y el primer duelo, entre los poderosos Del Potro y Nadal, sería trascendental. El tandilense comenzó el partido jugando un tenis de altísimo nivel ante un Rafa sin respuestas y se llevó el primer parcial por un claro 6-1. Pero el mallorquín, con su potencia física y su afilado tenis, logró revertir el marcador, consiguiendo tres sets seguidos (6-4, 6-1 y 7-6), para darle a su país la quinta ensaladera de plata de su historia.

La quinta fue la vencida

Finalmente, en 2016, la quinta final fue la vencida y la Argentina obtuvo el tan ansiado trofeo, derrotando a Croacia por 3 a 2 de visitante en Zagreb.

El viernes 25 de noviembre, Marin Čilić venció a Federico Delbonis en el primer turno (6-3, 7-5, 3-6, 1-6 y 6-2) y luego Juan Martín Del Potro derrotó a Ivo Karlović 6-4, 6-7 (6-8), 6-4 y 7-5, para cerrar la primera jornada con un expectante 1 a 1.

El sábado 26 volvió a ser un día de derrota argentina, como en la inmensa mayoría de las finales anteriores, se cayó en el clave tercer punto de la serie. Del Potro-Mayer cayeron sin atenuantes ante Ivan Dodig-Marin Čilić por 7-6 (7-2), 7-6 (7-4) y 6-3.

Así las cosas, el conjunto albiceleste encaró caminando por la cornisa el decisivo domingo 27, con un peligroso 1-2 abajo en la serie después del dobles, que no permitía perder un solo punto más. Pero cuando los locales se pudieron 2 a 0 en el cuarto punto y parecía que el sueño volvía a derrumbarse, Juan Martín del Potro ganó un partido épico ante Marin Čilić por 6-7, 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3 igualando la serie.

El tercer y definitivo punto lo ganó Federico Delbonis en tres sets ante el larguirucho Ivo Karlović 6-3, 6-4 y 6-2, consumando así el logro más importante de la historia argentina en tenis a nivel equipos. La añorada y esquiva ensaladera de plata finalmente quedaría en las vitrinas del tenis nacional.

Un hecho destacable es que en su camino a la obtención de la primera Copa Davis de la historia del tenis argentino el equipo de Daniel Orsanic venció a Polonia, Italia, Gran Bretaña y Croacia, siempre como visitante.

Integraron el plantel argentino 2016 en las distintas convocatorias efectuadas durante el año por el capitán Daniel Orsanic: Juan Martín Del Potro, Federico Delbonis, Guido Pella, Leonardo Mayer, Carlos Berlocq, Renzo Olivo y Juan Mónaco.

La creación de un estudiante de Harvard

Promediaba 1899 cuando Dwight Filley Davis, un estudiante de la Universidad de Harvard de 21 años nacido en St. Louis, Missouri, quien se destacaba como tenista universitario, decidió junto a un par de compañeros de estudio, después de un viaje a California, crear un torneo anual por equipos masculinos nacionales de tenis y donar de su bolsillo la copa que se pondría en juego en dicho certamen.

Poco después, el 9 de febrero de 1900, la United States Lawn Tennis Asociation aceptó la propuesta del joven, y el equipo de las Islas Británicas también dio el sí, luego de que Davis enviara una carta al secretario de la Lawn Tennis Asociation del Reino Unido, invitándolo a competir en una copa por equipos.

Aunque circuló la leyenda de que Davis le había pedido prestada una ponchera a su abuela para utilizarla como premio en la competencia que había creado, lo cierto es que el joven tenista encargó el trofeo a la casa Shreve, Crump Low Co. Pero como ellos no tenían la copa que Davis buscaba, los comerciantes le pidieron a William Durgin Company, uno de los fabricantes más exclusivos del país, que se encargara de fabricarla.

El diseño resultó ser muy clásico, en forma de ensaladera –o ponchera–, con su borde superior rodeado de flores escalonadas, motivos que se repiten en los niveles inferiores de la copa, junto a efectos de espuma de mar hacia el pie de ella. Además, en la actualidad posee tres bases de madera que se fueron agregando para colocar el nombre de los países campeones. En el interior está bañada de plata y oro, y se le grabó la frase “International Lawn Tennis Challenge Trophy. Presented by Dwight D. F. Davis, 1900”.

Tras la muerte de Davis, ocurrida en Washington D.C. el 28 de noviembre de 1945, la gran copa fue rápidamente bautizada como “Copa Davis”, en reconocimiento a su mentor. Fundida y refinada, la ensaladera de plata pasó a la historia como el trofeo más importante del tenis por equipos a nivel mundial.