El Ejército israelí extendió este lunes su ofensiva contra Hamas en la asediada Franja de Gaza, mientras crece la preocupación internacional por el creciente número de muertes de civiles palestinos en el conflicto, desatado por los ataques del movimiento islamista en Israel de principios de octubre.

Desde el vencimiento de una tregua de una semana, el viernes pasado, los bombardeos del Ejército israelí contra Hamas en territorio palestino se reanudaron con fuerza, como así también el lanzamiento de cohetes hacia Israel.

El Ejército israelí reportó el domingo una andanada de cohetes lanzados desde Gaza a Israel, que en su mayoría fueron interceptados.

En tanto, el Gobierno de Hamas en Gaza y la agencia de noticias palestina Wafa indicaron que la entrada al Hospital Kamal Adwan en la localidad de Jabaliya, en el norte del territorio, fue alcanzada por un ataque.

Varias personas murieron en el sitio, según Wafa, mientras Hamas acusó a Israel de una «grave violación» del derecho humanitario.

El Ejército israelí no hizo comentarios del supuesto ataque.

Israel asegura que Hamas utiliza los hospitales y otras infraestructuras civiles con fines militares, algo que el grupo islamista niega.

«Las fuerzas israelíes continúan expandiendo su operación terrestre contra los principales frentes de Hamas en la Franja de Gaza», declaró el portavoz militar israelí Daniel Hagari.

«Donde haya un bastión de Hamas, allí operan las tropas», agregó Hagari durante la noche del domingo .

Israel ha prometido aplastar a Hamas como represalia por sus ataques del 7 de octubre, que dejaron unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 240 secuestrados, incluyendo una veintena de argentinos.

El Ministerio de Salud de Gaza dice que más de 15.500 personas han muerto en el territorio desde esa fecha, y que más de la mitad son mujeres y niños.

Bajo una tregua mediada por Qatar, con apoyo de Egipto y Estados Unidos, 80 rehenes israelíes fueron liberados a cambio de la salida de 240 presos palestinos.

Más de una veintena adicional de rehenes también fue liberada de Gaza, en su mayoría tailandeses radicados en Israel, por afuera del acuerdo de tregua.

Los combates se reanudaron el viernes pasado entre las dos partes al vencerse el alto el fuego sin un acuerdo para extenderlo, pese a la presión internacional.

Hace dos días, la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu anunció que negociadores israelíes se retiraron de Qatar «tras un impasse en las negociaciones» para renovar la tregua.

Con 137 rehenes aún en Gaza, según el Ejército israelí, Hamas ha descartado nuevas liberaciones hasta que se acuerde un alto el fuego permanente.

Las fuerzas israelíes indicaron el domingo que habían realizado unos 10.000 bombardeos aéreos desde el inicio de las agresiones.

«En las últimas horas, solo 316 muertos y 664 heridos han sido rescatados de los escombros y llevados al hospital, pero muchos más continúan bajo los escombros», aseguró en un comunicado Ashraf al Qudra, portavoz del Ministerio de Salud de Hamas.

El creciente saldo de muertos en Gaza aumentó la consternación internacional sobre la conducta de Israel en la ofensiva para desmantelar a Hamas.

Los hospitales del sur de Gaza estaban desbordados de muertos y heridos, algunos gritando de dolor.

«Me estoy quedando sin formas de describir los horrores que viven los niños aquí», expresó James Elder, portavoz de la agencia de la ONU para la niñez (Unicef) en un video grabado en el hospital Nasser en la sureña Khan Yunis.

«Este es el peor bombardeo en la guerra ahora en el sur de Gaza. Estoy viendo bajas masivas de niños», agregó en el video subido en X, antes Twitter.

La niña palestina Huda, de 9 años, llegó al hospital de la ciudad central de Deir al Balah con una herida en la cabeza, en una caravana de la Cruz Roja que traía víctimas del norte de Gaza.

«Ya no me responde», expresó llorando su padre, Abdelkarim Abu Warda, informó la agencia de noticias AFP.

Estados Unidos, que brinda a Israel miles de millones de dólares anuales en asistencia militar, ha intensificado los llamados a proteger los civiles en Gaza.

«Demasiados palestinos inocentes han muerto», declaró la vicepresidente Kamala Harris a los periodistas en la cumbre climática COP28 en Dubai, el fin de semana.

Eylon Levy, portavoz del Gobierno israelí, culpó a Hamas de las muertes, al señalar que las víctimas «estarían vivas» si el grupo islamista no hubiera realizado los ataques del 7 de octubre.

Entre temores a una conflagración regional, un destructor estadounidense derribó varios drones sobre el mar Rojo mientras asistía a buques comerciales que habían sido blanco de ataques desde Yemen, informó el Comando Central de Estados Unidos.

Rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, dijeron que atacaron a dos de los barcos. También lanzaron una serie de drones y misiles contra Israel las últimas semanas.

En Irak, un ataque aéreo mató el domingo al menos cinco combatientes proiraníes, según fuentes de seguridad iraquíes, un día después de que Bagdad advirtiera a Washington sobre «ataques» en su territorio.

También hubo enfrentamientos en la frontera norte de Israel con Líbano.

El Ejército israelí dijo que había lanzado ataques de artillería en respuesta a disparos transfronterizos y que sus aviones de combate alcanzaron varios blancos ligados al movimiento libanés islamista Hezbollah.

Hezbollah, apoyado por Irán, dijo que lanzó varios ataques contra posiciones israelíes, incluyendo uno con misiles contra un vehículos militar.

Foto: SAID KHATIB / AFP