Unas 25 mil personas concurrieron anoche al Corsódromo de Gualeguaychú, en la tercera jornada del Carnaval del País 2017, en la que las comparsas Ara Yevi, Mari Mari y Kamarr mostraron la calidad de sus vestuarios, la sincronía de sus coreografías y el gran despliegue de sus carrozas en su disputa por ganar el campeonato de este año.

El Carnaval de Gualeguaychú, el tercero más concurrido del mundo, detrás de los de Río de Janeiro y Venecia, incluyó en esta edición el despliegue de 12 carrozas en las que unas 1.000 personas, con atuendos confeccionados con 70 mil plumas y un millón de lentejuelas, danzaron al ritmo de batucadas y junto al público hasta el amanecer.

Este impresionante despliegue artístico, que congrega multitudes para compartir y disfrutar del brillo, la alegría, la emoción y el ritmo de las comparsas, se repetirá todos los sábados de febrero en el Corsódromo, una pista de 500 metros de largo y 10 de ancho emplazada en un predio de 7,5 hectáreas, inaugurado en 1997 y que constituye el primer escenario de este tipo en el país.

El Corsódromo cuenta con sectores VIP, tribunas a ambos lados de la pasarela -con ubicación individual y compartida-, cinco filas de sillas en toda la extensión, sanitarios, diversos servicios gastronómicos, un imponente sonido digital, pantallas gigantes, salidas de emergencia y áreas de estacionamiento.

El titular del Consejo Mixto de Turismo de Gualeguaychú, Gastón Irazusta, señaló a una agencia nacional que estos festejos «son el mayor espectáculo teatral a cielo abierto de todo el país durante el verano».

Por ese motivo, siguió, «algo más de 25 mil personas participan todos los sábados de este impresionante despliegue de creatividad y talento que dan lugar a un espectáculo mágico de color y alegría».

Irazusta destacó que las 5.500 plazas hoteleras y para-hoteleras de esta ciudad de 104 mil habitantes, «alcanzan un 100% de ocupación durante los fines de semana de Carnaval», fenómeno que se repite en Puerto General Belgrano, una localidad vecina «donde el nivel de reservas llega al 90% del total de los casi 700 plazas disponibles».

«Los turistas pueden sentir toda la potencia de la historia de una ciudad que late al compás del Carnaval, donde las batucadas empiezan a marcar el ritmo desde septiembre y explotan en las noches de enero y febrero, y por eso estos festejos tienen una respuesta tan positiva», aseguró el titular del Consejo Mixto de Turismo de Gualeguaychú.

El intendente de la ciudad, Martín Piaggio, afirmó que «el objetivo es que Gualeguaychú no se agote en el Carnaval y en sus playas», por lo que se trabaja «para poner en valor alternativas como termas, paseos naturales y actividades culturales».

Piaggio puntualizó: «entendemos que son procesos largos y que se trata de un trabajo permanente, pero poco a poco hay rasgos que permiten ilusionarnos».

El Carnaval de Gualeguaychú se festeja desde hace tres décadas, con comparsas que se preparan durante todo el año y se manifiestan en las calles de la ciudad cuando las plumas, la percusión y los colores comienzan a aparecer en distintas circunstancias de la vida diaria.

Gladys García, una turista porteña que llegó el viernes para participar en los festejos del Carnaval, destacó que el espectáculo «es algo único por la variedad de luces y colores que combina» y que «se nota la preparación de las comparsas, que muestran un nivel muy bueno en su producción y sus coreografías».

Ariel Méndez, un cordobés que está pasando una semana de descanso en Gualeguaychú, dijo que aprovechó la oportunidad para conocer el Corsódromo «y no me arrepiento, porque además de ver un show increíble conocí algunos aspectos culturales ligados a este festejo».

También se celebra el Carnaval en otras ciudades de Entre Ríos, entre ellas La Paz, Concordia, Gualeguay, Concepción del Uruguay, Hasenkamp, Victoria y Santa Elena.

Comparsas como Sí Sí, K’rumbay y Sambá Verá, en Gualeguay; Aimara, Urugua I y Unidos do Bahía, en Concepción del Uruguay; Malibú y Marumbá, en Hasenkamp; Pirayú, Carioca de La Paz, Marumbá y Amancay, en La Paz, y muchas más son parte de este repertorio inagotable de colores y canciones que durante dos meses se encargan de dar vida a las noches entrerrianas.