El gobierno intentará hoy coordinar una estrategia con los bancos públicos para aislar al jefe de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, y torcerle el brazo en el conflicto salarial que amenaza con enturbiar los planes oficiales para la actual ronda de paritarias. Con ese objetivo un grupo de banqueros fue citado para este mediodía a la Casa Rosada por el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

El encuentro fue convocado de urgencia ante la agudización del conflicto: si bien Trabajo había bloqueado un acuerdo alcanzado por el gremio y algunas de las cámaras empresarias del sector, la Justicia ordenó la semana pasada ponerlo en vigencia y entre hoy y mañana debería estar saldado el pago con aumento. Desde el gobierno avisaron que en las próximas horas apelarán la resolución de la Cámara del Trabajo.

La pulseada tiene varias aristas que encendieron alarmas en la administración de Mauricio Macri. Por un lado, Palazzo es uno de los dirigentes que más presiona en la CGT por medidas de fuerza contra el ajuste económico. Además, un acuerdo salarial tempranero en ese gremio, por arriba de la pauta del 18% de aumentos que desea el Ejecutivo para este año, generará necesariamente una cascada de demandas en la misma línea y dará por tierra con esa referencia.