El papa Francisco, que viajará a Birmania a fines de noviembre, lamentó el lunes la grave indigencia en la que viven 200.000 niños rohinyás que de ese país han huido a campamentos para refugiados en Bangladésh.

En esos campamentos «hay 800.000 personas, 200.000 son niños, sin apenas qué comer, desnutridos y sin medicamentos», lamentó el pontífice durante la misa matutina que celebra en su residencia en el Vaticano.

«También hoy en día sucede esto. No es una cosa que se dice de aquellos tiempos. No. ¡Hoy! Y nuestra oración debe ser fuerte: Señor, por favor, toca el corazón de las personas que adoran al dios, al dios dinero. Toca también mi corazón para que yo no caiga en eso, para que yo sepa ver», dijo el papa al criticar la obsesión del dinero y la falta de sensibilidad ante los sufrimientos de los demás, como los niños hambrientos. «Que Dios convierta el corazón de los hombres, para que conozcan al Señor y no adoren más al dios dinero», clamó.

El papa Francisco viajará como «mensajero de paz» a finales de noviembre a Birmania, donde no es tan apreciada su defensa de los rohinyás musulmanes que huyen en masa de un país sacudido por el budismo radical.

Se trata de uno de los viajes más delicados que el papa ha programado este año, y es posible que esté preparando sus discursos y analizando la situación de esas comunidades. Más de medio millón de rohinyás han huido desde finales de agosto a Bangladés, aumentando las filas de sus compatriotas que ya estaban allí después de varias olas de violencia.

Si bien el papa no tiene programada una visita al enorme campamento de refugiados, el tema pesará fuertemente durante su breve estadía, ya que Francisco ha denunciado en varias ocasiones las brutalidades cometidas contra esa minoría, considerada entre las más perseguidas del planeta.

Los rohinyás, cerca de un millón de personas, son objeto de una histórica campaña de violencia antimusulmana, relanzada en 2012 por un movimiento budista, religión mayoritaria en Birmania. Las autoridades birmanas acusan a esa minoría de tener vínculos con el grupo extremista Daesh, en árabe, lo que rechazan los rohinyás.

El papa estará del 27 al 30 de noviembre en Birmania, y luego en Bangladés hasta el 2 de diciembre, según informó la Santa Sede. El Sumo Pontífice se entrevistará durante su visita con la líder del gobierno y premio Nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, muy criticada en el extranjero por su forma de tratar la cuestión de los rohinyás.