Antes del comienzo de las clases, es importante que los chicos reciban un chequeo médico completo, con el fin de descartar cualquier tipo de problema que pueda perjudicarlos durante el ciclo escolar.

Por tal motivo, especialistas destacaron la importancia del control auditivo ya que, cualquier dificultad en la audición puede producir problemas de aprendizaje.

Para evitar esta clase de complicaciones en la educación y salud de los niños, se recomienda realizar evaluaciones periódicas de la audición -más allá de la obligatoria al nacer-  en las siguientes etapas de desarrollo: a los 3 años, cuando comienzan el jardín de infantes y para los niños más grandes, se recomienda recurrir a los controles auditivos en el caso de presentar alguna alteración en su lenguaje, o en el caso de que precise muchas veces que le repitan, lo que a veces puede ser atencional, pero se sugiere eliminar cualquier tipo de duda.

La falta de atención, retrasos en el lenguaje o en el aprendizaje, pueden ser signos de hipoacusias leves a moderadas sin diagnosticar.

Muchos chicos utilizan estrategias para comprender lo que quieren oír, como leer los labios.

Otros, hablan gritando, o bien no registran si alguien les habla por detrás.

Una hipoacusia de leve a moderada no diagnosticada a tiempo puede generar severos problemas y trastornos del vocabulario, problemas de dicción y, lo que es más grave, dificultades en el aprendizaje.

«El impacto de la pérdida auditiva sobre la adquisición y desarrollo del lenguaje y las capacidades cognitivas, dependen en gran medida de una efectiva detección temprana. Sugerimos a los padres tener en cuenta los controles de audición de los niños en diferentes etapas de su desarrollo», recomendó la cirujana María Margarita Acosta, coordinadora del Programa Nacional de Detección temprana de Hipoacusia del Ministerio de Salud de la Nación y asesora de Gaes Centros Auditivos.