En total cinco opositores viajaron a EEUU, confirmó a la agencia dpa el líder del proscrito grupo opositor Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), José Daniel Ferrer. Tres son miembros de Unpacu, los otros dos pertenecen a otra organización, indicó.

«Volaron ayer (martes)», dijo Ferrer. El tercer miembro de Unpacu y quinto disidente que viajó a Estados Unidos «estaba libre desde enero del año pasado», explicó.

Todos los opositores que dejaron Cuba eran parte de un grupo de 53 activistas que habían sido liberados a comienzos de 2015 como parte del histórico acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, aunque luego varios volvieron a ser detenido, explicó Ferrer.

Obama hará este domingo una histórica visita de tres días a Cuba, que será el punto más alto hasta el momento en el deshielo de las relaciones bilaterales anunciado en diciembre de 2014, tras más de medio siglo de confrontación.

El presidente estadounidense aseguró hace unos días que su país seguirá abogando por la disidencia cubana, pese a su nueva política de diálogo con el Gobierno de Raúl Castro, al punto que desde la Casa Blanca se ha anticipado la intención del mandatario estadounidense de reunirse con la oposición al gobierno.

«No hemos ignorado las violaciones a los derechos humanos (en Cuba)», dijo ayer el mandatario en una entrevista con la cadena CNN en Español. «Hemos hablado abiertamente al respecto», aseguró Obama respecto a los contactos de Washington con el Gobierno de Raúl Castro. Según la Casa Blanca, Obama se reunirá también con disidentes en Cuba en el marco de su visita entre el 20 y 22 de marzo.

Organizaciones de derechos humanos calificaron la actual liberación de opositores como un «regalo de bienvenida» a Obama y reiteraron sus críticas al castrismo. «Esos gestos ocultan la total arbitrariedad con que se detiene a sindicalistas, periodistas y activistas democráticos», señaló en un comunicado Martin Lessenthin, portavoz de la Asociación Internacional por los Derechos Humanos (IGFM, por sus siglas en alemán), con sede en Alemania.

Desde hace año los activistas de la oposición al gobierno cubano reportan la política de realizar arrestos temporales para impedir reuniones o actos políticos.
El Gobierno cubano no reconoce la existencia de presos políticos en la isla y acusa a los disidentes de ser «mercenarios» financiados desde el extranjero para minar al sistema de gobierno socialista que rige la isla desde el triunfo de la Revolución Cubana, el 1° de enero de 1959.