Cuando el Gobierno busca explicar por qué el consumo no repunta, se refiere a la famosa frase del especialista Guillermo Oliveto que dice «precios nuevos, salarios viejos». En relación a esta premisa, se puede decir que junio es considerado el mes de inflexión, ya que es el período en el que se negocian las paritarias y se actualizan los salarios en relación a los precios nuevos mediados por la inflación.  En este sentido, en el sexto mes del año se pronosticará el futuro del segundo semestre. Siguiendo de cerca las compras de los consumidores en los supermercados, se verá si hay presencia de «señales alentadoras», que tanto el sector comerciante como el Gobierno esperan.

Si bien el primer semestre todavía no concluyó, los supermercados ya saben que en términos de ventas por volumen será calamitoso. En diálogo con Infobae, Federico Filipponi, director Comercial de Kantar Worldpanel, adelantó que «abril cerró con una caída del consumo del 7%, mientras que en mayo el descenso será en torno al 4 por ciento».

En relación, aunque se estima que la tendencia negativa se revertirá en junio, un solo mes no levantará el primer semestre, lo que significará que será el séptimo trimestre consecutivo de caída del consumo en hogares: «La reactivación en el consumo masivo básico no se ve, y los precios de los alimentos siguen aumentando por encima del promedio de la inflación oficial», aseguró Filipponi, quien detectó la evolución en 120 categorías.

Los grandes perdedores de la reducción en el consumo siguen siendo los lácteos, bebidas y congelados. En tanto, los comercios mayorista le siguen ganando frente a los hipermercados, con cinco categorías como las más elegidas por las familias: aceites, galletitas, arroz, gaseosas y pastas.

«La mayoría de las paritarias están ya cerradas o encaminadas en junio. Este mes vamos a saber hacia dónde se destina ese ingreso extra: si a consumir, a pagar deudas o la tarjeta», afirmaron a Infobae desde una de las grandes cadenas de supermercados.

Asimismo, se reconoce que la situación en Capital y gran Buenos Aires es distinta que en el interior del país, donde los signos positivos ya empezaron a llegar. Las compañías de consumo masivo coinciden que el segundo y tercer cordón del conurbano es donde más impactó la caída de venta, donde golpea la caída de la industria.

«Es muy difícil que el año cierre en positivo. Para que quede sin variaciones, el consumo en el segundo semestre debería crecer un 4 por ciento», explicó Filipponi, aunque remarcó que se comenzará a ver una pequeña alza durante la segunda parte  del año. Teniendo en cuenta que la banca pública hará sus apuestas y el Banco Provincia ofrecerá un 50% de descuento en supermercados con tarjeta, con un ahorro de hasta $1.500 por mes.

Las esperanzas por el segundo semestre se renueva dentro del Gobierno de Cambiemos, tal como había sucedido en el 2016. Pero a diferencia del año pasado, se cree que esta vez se va a cumplir. Los salarios serán nuevos y los precios también, pero consideran que una inflación debajo del 2% mensual ayudará con las expectativas y aumentará la confianza a la hora de pararse al frente de las góndolas.