“A tres semanas de su salida, tras haber dejado al mundo y al mismo Estados Unidos en pleno caos, el decepcionante Obama, después de ocho años aciagos, aporreó la puerta presidencial y, en forma desesperada, intenta encajonar tanto al presidente electo Donald Trump como al zar ruso Vladimir Putin, con el fin de impedir que consigan un acuerdo que pueda derivar en un G-2, en espera de la incorporación de China para un G-3, pese a los anatemas de Trump”.

Así lo sostiene Alfredo Jalife-Rahme, analista mexicano de origen libanés, especializado en relaciones internacionales, economía, geopolítica y globalización, en un espacio de opinión que entre otros portales lo recoge telesurtv.net.

Dice más adelante que, “sin ninguna evidencia por el supuesto hackeo ruso al Partido Demócrata, lo cual habría beneficiado la elección de Trump, el presidente estadounidense tomó una serie de represalias, más simbólicas que sustanciales, contra Rusia, al expulsar en forma teatral a 35 de sus diplomáticos y al cerrar dos de sus instalaciones en Maryland”.

“Excelente judoca”

Tras ello, y según el columnista, Putin (a quien considera un “excelente judoca cinta negra”) hizo a un lado represalias de Obama, “a sabiendas de su inminente salida y, en lugar de optar por la reciprocidad, decidió no expulsar a ningún diplomático estadunidense, a cuyo cuerpo, con sus hijos, invitó a festejar la próxima Navidad del rito ortodoxo en el Kremlin”.

Frente a esta situación, dice Jalife que con un solo twit, Trump calificó de muy inteligente la ausencia de represalias de Putin.

Hace luego un análisis de lo que para Jalife son los objetivos de “las represalias de Obama”:

1.- Detener, mediante el petate del muerto ruso, la desintegración del acéfalo Partido Demócrata, que fue vapuleado en el Colegio Electoral y perdió el control de la Cámara de Representantes y el Senado. ¿Desea Obama quedarse con el cadáver de su partido?.

2.- Incitar a la rebelión de los superhalcones del Partido Republicano contra Trump.

3.- Obstaculizar a Trump en el ámbito doméstico: desde el Obamacare (los seguros médicos del presidente saliente) hasta la exploración petrolera en Dakota del Norte/Ártico/Atlántico Norte.

4.- Impedir el acercamiento de Trump y Putin que (en)marcaría el inicio de la solución de los contenciosos en Siria y en Irak, al unísono de la expulsión de los yihadistas tolerados por Obama.

5.- Opacar la caída de Alepo, el alejamiento de Turquía y el desastre en Afganistán.

Vaticina a continuación que desde el punto de vista meramente geoestratégico, Trump puede triunfar donde fracasó Obama: mediante su espectacular acercamiento con Putin.

“Exorcizar a Rusia”

Habla también sobre “la desinformación que existe en estos momentos en Estados Unidos” y lo explica con este ejemplo: “Así como Baby Bush inventó las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein para ahorcarlo e invadir Irak, ahora Obama parece haber inventado las noticias de destrucción masiva con el fin de exorcizar a Rusia usando a tambor batiente a los otrora venerables rotativos, hoy en franca decadencia, para la propagación de noticias falsas, como The New York Times (NYT) –controlado por el grupo del megaespeculador George Soros– y The Washington Post (WP) que sirve al establishment, contra quienes ha colisionado Trump, quien ha impulsado a las nubes a Fox News y utiliza Twitter como su personal arma letal”.

Con respecto al comportamiento de algunos medios informativos, vaticina que “a partir del 20 de enero, si no sucede un accidente en el camino, existirán muchos cadáveres entre los multimedia, porque alguien de las dos partes miente por necesidad: los apologistas de Obama/Hillary o los turiferarios de Trump. Si después del día 20 –agrega- se demuestra con evidencias que los rusos hackearon al Partido Demócrata, será muy difícil que Trump, con todo y su buena voluntad hacia Putin, revierta la dinámica vengativa de su antecesor.Y esto en EU, no se diga en el mundo, es muy costoso porque una credibilidad mancillada, aunque luego profiera la verdad, nunca más será tomada en cuenta por la informada opinión pública”.

En la misma línea de análisis, señala que “hasta un portal muy favorable a Obama, como The Hill, reconoce que el presidente saliente “busca amarrar las manos de Trump. David Klion, del rotativo británico The Guardian (controlado por George Soros), pregunta: “¿Está usando Obama a Rusia para incrustar una cuña entre Trump y el Partido Republicano, mientras –agrega- NYT y The Financial Times prácticamente incitan a la rebelión del Partido Republicano contra el acercamiento de Trump y Putin, y abultan la cifra de senadores republicanos que desean sanciones más severas contra la presunta intrusión rusa en los asuntos internos de Estados Unidos”.

Más adelante se pregunta si Obama buscará la reelección en los próximos cuatro años. “No hay que subestimar la oposición de los superhalcones del Partido Republicano –comenta- que encabeza el pugnaz John McCain, pero también, de acuerdo con el ético y estético método dialéctico, hay que escuchar a la contraparte, como el portal Breitbart, que expone el punto contrario a los multimedia controlados por George Soros y HaimSaban (de Univision)”.

Por su parte, Kellyanne Conway, portavoz de Trump, fustigó que las represalias de Obama contra Rusia están diseñadas para encajonar al presidente electo, mientras Breitbart escudriña las “siete maneras en que Obama intenta sabotear a la administración Trump”.

“Campaña sanguinaria”

Apunta luego que detecta una debilidad en “la sanguinaria campaña de Obama/Hillary –apuntalada por el control masivo de los multimedia por George Soros y HaimSaban– y es que exhiben a Trump como si fuera un vulgar títere de Putin –un idiota útil al estilo leninista–, lo cual es inverosímil, ya que ningún presidente de EU, sea quien fuere, pudiera soportar la ira popular de ser expuesto como permisivo al desmantelamiento de los servicios de inteligencia cibernéticos de su país.Más aún: ¿cómo demostrar que el presunto hackeo ruso, si lo hubiere, pudo haber afectado el curso de la elección cuando Hillary y la pestilente Fundación Clinton ya no podían ocultar tanto cadáver en sus repletos clósets de corrupción?”, señala Jalife.

Dice por último que “lo real es que Putin acabó derrotando a Obama, quien ha dejado un mundo caótico en los frentes doméstico y global.Obama será recordado como el presidente del caos y su derrota en Eurasia es notable: desde Crimea/Ucrania, pasando por Siria/Irak, hasta Afganistán/Pakistán.Desde Yalta, después de la Segunda Guerra Mundial, nunca había ocurrido que hoy EU estuviera ausente de tres negociaciones fundamentales de paz: 1) Ucrania con el Acuerdo de Minsk deRusia, Ucrania, Bielorrusia, Francia y Alemania;2) Siria: la próxima cumbre entre Rusia, Turquía e Irán en Kazajstán, y 3) Afganistán: de Rusia, China y Pakistán.En las tres negociaciones de marras, Putin emerge como el gran triunfador, con la notoria ausencia de Obama”.

El último párrafo del columnista es lapidario: “Tal es la triste y cruda realidad del desastre de Obama, quien llegó con los mejores auspicios y legó un mundo en pleno caos y a su país más fracturado que nunca”.