Esta mañana el gobierno provincial anunció el acuerdo para la expropiación del Centro Clandestino de Detención «Quinta de Funes» con la presencia de Ricardo Silbertein, ministro de Justicia de la provincia, quien destacó: «No se puede vivir el presente si no se recuerda el pasado», aludiendo a la obligación para con las «generaciones del presente».

«Para nosotros esto tiene una enorme importancia. Cuando se dice que esto es un Ministerio de Justicia y Derechos Humanos significa que para nosotros la Justicia se construye a partir de los derechos humanos. Encima de todo están los derechos humanos, no hay justicia verdadera, real, sin que se respeten los derechos humanos«, arrancó el funcionario.

Luego añadió que «estos actos son símbolos para que no vuelva a haber dictadura, para que no vuelva a haber tortura, para continuar luchando contra la desigualdad social, para que mantengamos una sociedad democrática, es para eso que establecemos y valorizamos estos actos».

Finalmente recordó que «son actos de toda la sociedad civil» y como tal marcó la responsabilidad de «hacerles saber a las generaciones del presente, a las cuales se las quiere hacer ver y pensar que hay que vivir el presente, que no se puede vivir el presente sino se recuerda el pasado«.

Ramón Verón, subsecretario de Derechos Humanos de Santa Fe, y Marcelo Trucco, secretario de Derechos Humanos de la provincia, también se hicieron presentes.

«La Quinta de Funes, para los santafesinos y para la historia argentina, guarda un profundo dolor porque ahí hubo muchos jóvenes que lucharon por un mundo mejor y pagaron caro su espíritu de lucha, sus pretensiones, con la propia vida», dijo Verón y agregó: «Es una lucha vigente, que implica transmitirle a los jóvenes que ha ocurrido en nuestra provincia y qué ha ocurrido en nuestro país».

Por su parte, Trucco señaló que «es un hecho importante que refuerza la idea que tiene la provincia de poder acompañar en materia de derechos humanos, de memoria y de justicia«.

«Estos espacios tienen que servir hoy para rescatar el valor de la vida, para que no solo se recuerde lo que pasó sino para tener bien claro como sociedad saber a donde nunca más tenemos que volver y fundamentalmente, para empezar a pensar el presente en proyección de futuro», finalizó.