JUEVES, 28 DE NOV

Milei descartó fijar por decreto el salario mínimo y desde la CGT evalúan medidas de fuerza

Luego de dos cuartos intermedios, las partes se retiraron sin definiciones ante el pedido de la CGT y las dos centrales de la CTA de establecer un piso de 288.600 pesos del salario mínimo a partir de febrero.

 

El presidente Javier Milei dijo este viernes, que no fijará por decreto el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), tras la frustrada reunión del día jueves, que fue calificada por la Confederación General del Trabajo, CGT,  como una «ruptura histórica» y, ante lo cual, no descartan nuevas medidas de fuerza.

Milei confirmó que no fijará ese monto por decreto y cuestionó: «¿No es una cuestión que tiene que ser abordada por los trabajadores con sus empleadores?», y agregó luego: «No creo que un político pueda determinar un precio a mano. Ni se me ocurre. ¿Yo voy a emitir un decreto fijando un precio?», se preguntó.

Ante lo expuesto, el Poder Ejecutivo, las cámaras empresarias y las organizaciones de trabajadores no llegaron a un acuerdo tras más de cuatro horas de reunión del Consejo del Salario que debía determinar el nuevo SMVM y los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo.

Luego de dos cuartos intermedios, las partes se retiraron sin definiciones ante el pedido de la CGT y las dos centrales de la CTA de establecer un piso de 288.600 pesos del SMVM a partir de febrero.

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El cosecretario general de la CGT, Héctor Daer, criticó a los empresarios y al Gobierno por el fracaso en las negociaciones y consideró el hecho como «una ruptura histórica» en ese ámbito. Al respecto el dirigente del gremio de la sanidad no descartó además la posibilidad de «concretar las medidas de fuerza que sean necesarias y en el momento que tengamos que hacerlas».

«Es realmente vergonzoso el haber hecho una parodia de un instrumento legítimo de la democracia. Fue un paso más para romper la institucionalidad del país», remarcó el dirigente gremial.

Sobre una posible futura medida de fuerza, el cosecretario cegetista advirtió: «Que nadie tenga dudas, que de la misma manera que programamos lo del 24 vamos a ser nosotros los que capitalicemos el conflicto social y llevar adelante las medidas de acción que sean necesarias para el momento que tengamos que hacerlas».

En esta misma línea el cosecretario general de la CGT y adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca), Pablo Moyano, consideró que la CGT «está facultada para tomar nuevas medidas».

Mientras que el secretario adjunto del gremio de los camioneros afirmó que en el encuentro «no hubo discusión de empresarios con la CGT, la propuesta fue cero» y dijo que, «después de años de funcionamiento democrático del Consejo del Salario, pasó lo mismo que en el Congreso, la soberbia y la improvisación del gobierno». «Estuvimos cinco horas en un circo del secretario de Trabajo, Omar Yasín, con los empresarios», aseguró.

Para Moyano, «estas cosas aumentan la conflictividad social, ya que mientras discutíamos aumentaba el boleto y la tarifa de luz».

Por su parte, el secretario adjunto del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) y diputado por Unión por la Patria, Mario Manrique, definió como «vergonzosa» la reunión del Consejo del Salario y advirtió que se va lamentablemente a un «camino de confrontación inevitable».

«La reunión fue vergonzosa. Vino el secretario de Trabajo, Omar Yasin, ni se presentó, no hizo propuestas e interrumpió el diálogo de la parte trabajadora con los empresarios y apareció un acta hecha de una reunión que nunca existió. Ahora veremos qué número le pone al salario mínimo», dijo Manrique

En tanto el dirigente sindical cuestionó la actitud del secretario de Trabajo al señalar que «ni se presentó, abrió la reunión preguntando que pretendía la parte trabajadora, por lo que la CGT y las dos CTA expusieron pero cerró la reunión sin propuestas y con un acta hecha de una reunión que no existió, así terminó la reunión».

Para Manrique, «este es un gobierno autoritario, sin sensibilidad social, que cree que el mal de la Argentina son las organizaciones que representan lo popular, así que vamos a un camino de confrontación inevitable».

 

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