El presidente Mauricio Macri se realizó hoy «una serie de estudios» en el Instituto del Diagnóstico para controlar su rodilla derecha y su corazón, a dos meses del esguince y la arritmia cardíaca.

Según informó el Gobierno, el jefe de Estado se hizo «una serie de estudios que fueron ordenados oportunamente por el médico Jorge Batista, tras la artroscopia que le realizó» en su rodilla derecha el 23 de junio pasado.

Fuentes oficiales precisaron que se trató de una resonancia y placas radiográficas de la articulación que se había lesionado Macri durante un partido de paddle.

En aquella intervención, realizada en la Clínica Agote, el traumatólogo Batista había extirpado «un pedacito de menisco suelto en la rodilla» derecha del jefe de la Casa Rosada, había explicado el director de la Unidad Médica Presidencial, Simón Salzberg.

Tras una rehabilitación «corta e intensa», el Presidente había regresado a la actividad oficial el mismo día en la Residencia Presidencial de Olivos.

Acompañado por el subdirector de la Unidad Médica Presidencial, Nicolás Atamañuk, el mandatario también fue sometido a un eco-doppler, para analizar el flujo sanguíneo y así controlarse de la arritmia que le habían detectado a comienzos de junio.

El objetivo de ese estudio fue chequear la salud cardíaca del líder del PRO, ya que en aquella ocasión había sido internado durante algunas horas en la Clínica Olivos por precaución.

Luego de su visita al Instituto del Diagnóstico, en el barrio porteño de Recoleta, el Presidente se trasladó hasta el Polo Productivo de Ezeiza para dialogar con cooperativistas.

Por la tarde, el jefe de Estado encabezó dos reuniones de seguimiento de gestión en la Casa Rosada con los ministros de Modernización y Gestión, Andrés Ibarra; y con el de Educación, Esteban Bullrich.