El presidente Mauricio Macri abogó por la liberación de los presos políticos en Venezuela y reiteró la necesidad de que el Mercosur extreme sus esfuerzos para «llegar a todos los mercados».

Macri participa de las deliberaciones la 49ª Cumbre del Mercosur que dejó inaugurada en Asunción el presidente de Paraguay, Horacio Cartes.

El flamante mandatario argentino participa del encuentro que se realiza en la sede de la Conmebol, en la localidad guaraní de Luque, acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la canciller, Susana Malcorra.

«Quiero pedir expresamente ante todos los presidentes por la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela», manifestó Macri en su discurso ante la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur.

«No puede haber lugar para la persecución política. Mi visión de la democracia va más allá de acudir a las urnas, es una forma de vida, un pacto de convivencia entre personas que piensan distinto», añadió.

Asimismo resaltó la necesidad de que el Mercosur incremente las negociaciones con otros mercados, en particular con la Unión Europea.

«No queremos un Mercosur a dos velocidades, queremos que todos aprieten el acelerador. Necesitamos llegar a todos los mercados y llegar a un entendimiento» señaló. «No hay razón alguna para limitarnos al negociar. Debemos acordar con la Unión Europea», agregó.

«Tengo presente que el Mercosur es un proyecto para pensar hacia el futuro. Subrayo esta línea de futuro porque el Mercosur tiene que ser el horizonte que nos guíe, especialmente en momentos de mayor dificultad, donde no podemos dejarnos desanimar», expresó el mandatario argentino.

Macri agregó que es necesario recordar siempre que «el Mercosur es un proyecto de largo plazo, un verdadero proyecto estratégico, un camino hacia la mejor calidad de vida de toda la gente».

En el encuentro, que se realiza en el centro de convenciones de la Conmebol en la capital paraguaya Asunción, participan los presidentes de Paraguay (Horacio Cartes), Michelle Bachelet (Chile), Evo Morales (Bolivia), Tabaré Vázquez (Uruguay) y Dilma Rousseff (Brasil).