El Gobierno nacional eligió al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, como uno de sus principales enemigos por la falta de acompañamiento de los diputados santafesinos al proyecto de Ley Ómnibus. En las últimas horas, diferentes figuras del Ejecutivo avalaron mensajes en redes sociales que apuntaban contra el mandatario y lo invitaban a «ajustarse o, de última, pedirle un préstamo a los narcos» para poder sustentarse. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, incluso recalcó que, si bien no tiene pensado hacerlo, podría retirar a la Gendarmería del territorio rosarino y que «se arreglen solos», sin fuerzas federales.

El propio presidente Javier Milei fue el primero en identificar a Pullaro como «uno de los dos gobernadores que traicionaron» (el otro, según su criterio, es el cordobés Martín Llaryora) y, con un reposteo en la red social X, indicó que «al ajuste lo van a tener que hacer igual, pero de una forma más abrupta» porque «el gobierno nacional les va a dejar de mandar guita».

«Traicionar y no cumplir les va a salir caro a ellos, y principalmente a sus provincias. Son unos irresponsables», planteó una publicación que Milei compartió en su perfil.

Ese solo fue el comienzo de una escalada de ataques que buscaron condenar la falta de acompañamiento que los diputados del Partido Socialista de Santa Fe -alineados con Pullaro- al articulado del proyecto de Ley Bases.

«Pullaro ya anda llorando de que no tiene guita para pagar los sueldos. Lo hubieras pensado antes de votar en contra de la Ley Ómnibus capo. Ahora ajustate, emití una cuasimoneda (ni en el 2001 lo hizo Santa Fe) o de última pedile un préstamo a los narcos. Arreglate solo, pa», fue otro de los mensajes que el presidente Milei avaló con su «me gusta» en la ex Twitter.

Captura de los «Me gusta» de la cuenta oficial del presidente Javier Milei.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue más allá y explicitó el poder de daño que tiene el Gobierno nacional ante la administración santafesina. En una entrevista con La Nación Más, planteó que, en caso de quererlo, podría dar la orden de retirar a los efectivos federales de Rosario.

«Hay diputados de Santa Fe que votaron en contra. A mí igual no me importa, porque no voy a hacer lo que ellos hacen. No le voy a restar seguridad a los rosarinos. Mañana podría decidir sacar a toda la Gendarmería y ahí arreglatela como puedas, pero en el medio está la gente. Yo no voy a hacer eso y el presidente tampoco», planteó la funcionaria.

Como era de esperarse, en el entorno del mandatario provincial no recibieron para nada bien las expresiones agraviantes de los integrantes de La Libertad Avanza y advirtieron que dichos dirigentes caen en el profundo error de creer que el avasallamiento es la forma de imponerse en el debate político.

«El gobernador de Santa Fe está amenazado por cuanto capo narco existe. No se va a asustar por la amenzada de la jauría de Twitter. Lo que preocupa es que crean que insultando y mintiendo arreglan el país. Nunca fue buena estrategia reemplazar ‘pan y circo’ por ‘circo sin pan'», aseveró el secretario general del Gobierno santafesino, Juan Cruz Cándido.