Jorge Macri juró este jueves como jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en un acto en la Legislatura, donde adelantó que trabajará “en equipo” con Nación para “garantizar las libertades de todos”. Además, reclamó la restitución de los fondos de la coparticipación para el distrito.

La asunción se dio en una sesión especial en la Legislatura porteña en la cual también prestó juramento Clara Muzzio como vicejefa de Gobierno y participaron los integrantes del próximo gabinete de ministros que acompañará la gestión del Ejecutivo que tendrá mandato 2023 al 2027.

Durante 15 minutos, Macri se mostró emocionado por su nuevo rol y agradeció a su familia presente, entre ellos, sus hijos, su pareja y su madre.

“Hoy comenzamos una nueva etapa en la Ciudad. Tenemos la responsabilidad de defender las transformaciones que ya logramos, pero también estoy convencido de que la gestión no vive de los éxitos del pasado”, aseguró.

Posteriormente, consideró: “Necesitamos recuperar orden para garantizar libertades porque gobernar es también encontrar el equilibrio entre los conflictos de interés. La gente espera de nosotros poder ejercer todas sus libertades; la libertad de manifestar sin duda, pero también la de circular, estudiar, trabajar o simplemente pasear en la Ciudad”.

“De estas garantías hablé con el presidente electo Javier Milei y con la ministra de Seguridad Patricia Bullrich”, con quienes, dijo, acordó “trabajar en equipo para garantizar las libertades de todos”.

En otro tramo, indicó que, tal como lo hizo en varias ocasiones su antecesor Horacio Rodríguez Larreta, reclamará al Gobierno nacional “que cumpla el fallo de la Corte Suprema que ordena restituir a la Ciudad los fondos de coparticipación que nos quitaron de forma unilateral y contraria a la Constitución”.

Dijo también que la Legislatura “tiene que ser la ‘casa de los acuerdos’ ya que pasarán iniciativas muy relevantes para los vecinos”, tras lo cual sostuvo que espera que “sea el escenario de muchos debates constructivos y del diálogo entre las distintas expresiones políticas”.

Por otra parte, adelantó que una de las primeras iniciativas que enviará desde el Ejecutivo será la modificación del actual Código Urbanístico, aprobado en 2018, “que cambió de forma notable la identidad y el perfil de muchos barrios”.

“También es importante poner sobre la mesa un debate profundo para terminar con la puerta giratoria y seguir combatiendo el delito en la Ciudad”, indicó al adelantar la intención de modificar “el concepto de reincidencia por el de reiterancia”.

Jorge Macri llega al Ejecutivo tras ocupar el Ministerio de Gobierno porteño durante dos años y luego de haber ejercido el cargo de intendente del partido bonaerense de Vicente López desde 2011; mientras que Muzzio estuvo al frente de la cartera de Espacio Público e Higiene Urbana entre 2015 y 2023, como parte del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta, actual jefe comunal.

Al mediodía, en la Usina del Arte, ubicada en Benito Pérez Galdós 34, se hizo el traspaso de mando del Ejecutivo y la ceremonia de entrega de atributos de manos del jefe de Gobierno porteño saliente, Horacio Rodríguez Larreta, aunque la administración comenzará oficialmente el domingo 10 de diciembre.

También se les tomó juramento a los funcionarios que acompañarán la gestión de Macri y que estarán a cargo de la jefatura de Gabinete, diez ministerios y cuatro secretarías.

Como jefe de Gabinete asumió Néstor Grindetti y de vice Gabriel Sánchez Zinny; mientras que al frente de la cartera de Seguridad estará Waldo Wollf; de Educación, Mercedes Miguel; en Salud continuará Fernán Quirós, de Espacio Público Ignacio Baistrochi.

Completan el organigrama Gabino Tapia como ministro de Justicia, Pablo Bereciartua en Infraestructura, Roberto García Moritán en Desarrollo Económico, Gustavo Arengo Hacienda y Finanzas, Gabriela Recardes en Cultura y Gabriel Mraida en Desarrollo Humano y Hábitat.

En la Legislatura porteña, el oficialismo porteño estará fragmentado en seis bloques, con lo que recolectará unas 30 bancas de las 60 que completan el recinto parlamentario.

El escenario marca que no contará con los números necesarios para dar el quórum que garantice el inicio de las sesiones, así como tampoco con los votos para sancionar leyes propias sin la necesidad de buscar apoyos por fuera.