Las elecciones provinciales de Chubut arrojaron diferentes lecturas en torno al reordenamiento del mapa político, pero un punto de análisis convoca especial atención: el «No voto» trepó a 37,5% en la categoría de gobernador y superó el 46% en los comicios que definirán la integración de la Legislatura.
El «No voto» está conformado por los sufragios en blanco, nulos, impugnados, recurridos, y la cantidad de personas habilitadas a votar que igualmente decidieron no asistir a participar de los comicios.
De esta manera, en la categoría a gobernador, este número llegó a los 177.867 electores, equivalente al 37,5% del padrón total habilitado a votar. Dicho porcentaje supera ampliamente la porción de sufragios obtenida por los espacios políticos que se presentaron en estas elecciones.
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En la comparativa -siempre tomando como base de cálculo al padrón provincial y al escrutinio provisorio- Juntos por el Cambio, la fuerza que más votos obtuvo por medio de la fórmula encabezada por Ignacio «Nacho» Ramírez, fue votada por el 24,55% del padrón, mientras que el peronista Juan Pablo Luque llegó al 23,45%. Lejos quedaron César Treffinger (Alianza por la Libertad, 9%) y Emilse Saavedra (Frente de Izquierda Unidad, 2,9%).
La victoria del «No Voto» estuvo mayormente consolidada en la categoría de diputados provinciales, debido a que este indicador superó el 46% del total del padrón -unos 219.980 votos-. La fuerza más votada en esta instancia también fue Juntos por el Cambio, que llegó a 23,8% – de la base de cálculo utilizada.
Este dato viene repitiéndose en los diferentes comicios realizados hasta el momento en el año y expresa en diferentes niveles el descontento con las opciones políticas que compiten en cada elección, resultado de una seguidilla de años en la que los problemas estructurales del electorado no encontraron soluciones.
