La empresa agroindustrial Vicentin congeló hace unas semanas un pago a proveedores por 350 millones de dólares ante la falta de liquidez e inició un proceso de reestructuración de pagos con el objetivo de normalizar su flujo financiero sin afectar su nivel de actividad.

A través de un comunicado, la compañía indicó que padece “una situación de estrés financiero” debido al aumento de las tasas de financiamiento, el cierre de mercados y el incremento permanente del costo argentino.

A pesar de ello, la firma estaría estaría buscando rubricar un acuerdo con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) para que vuelva a enviarle materia prima y así poner en funcionamiento sus dos fábricas que desde hace más de 10 días están totalmente paralizados.

Lo cierto es que la situación de la firma continúa siendo muy complicada y cada vez suena con más fuerza la posibilidad de que Glencore se quede con alguno de sus activos, luego de haberle comprado parte de Renova,