Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires

Tras el cierre de la planta de papel de la empresa Kimberly-Clark  en Bernal, que fue anunciada como una medida en el marco de una «reestructuración global» de su modelo de negocios, que expulsó a la calle a 290 operarios, los trabajadores decidieron resistir y ocuparon el establecimiento. Martín Brunde de la comisión interna señaló que realizarán «un propuesta para revertir la decisión» de la multinacional.

En esta planta, la compañía fabricaba servilletas, papel higiénico, papel para pañales, rollos de cocina y papel para productos faciales, entre otros. Entre los productos más conocidos que produce y comercializa la firma estadounidense se encuentran los pañales Huggies, la línea de toallas femeninas y tampones Kotex, el papel higiénico Scott, los pañuelitos Kleenex y los pañales Plenitud.

Brunde dijo a Conclusión que «la empresa ratificó el cierre» pero que la empresa «pagará la quincena y los días de la ocupación de la fábrica», al tiempo que aclaró que la «invocación por parte de la empresa para desvincular trabajadores, fue rechazada por la secretaria de Trabajo», sin embargo la multinacional persiste en su postura y argumenta que se trata de «una reestructuración global».

El representante de los trabajadores de Kimberly, señaló que la empresa «provocó esta situación porque en el marco de la crisis resolvieron fabricar productos caros». Además, Brunde contó que los «depósitos de la empresa están llenos, y no falta pasta de papel», y agregó que está «convencidos que la planta está para trabajar».