Enviado especial a Buenos Aires – El consultor político y titular del Grupo de Opinión Pública, Raúl Timerman, analizó el contexto político y social y las consecuencias de la recetas económicas aplicadas por el gobierno nacional a pocas horas de los anuncios en la cartera de Hacienda de parte del ministro Dujovne y del encuentro de gobernadores en el Concejo Federal de Inversiones, tras el cual señaló los desaciertos de las políticas de la administración Macri y precisó que Argentina depende «del prestamista de última instancia que es el Fondo Monetario».

En relación a cual debería ser la posición del gobierno con el organismo de crédito internacional, Timerman expresó que «el gobierno debería mostrar fortaleza y asumir una posición extorsiva», porque «si no nos ayuda vamos al deffault».

Respecto del discurso presidencial, el consultor explicó que «fue bueno» para quienes siguen al presidente y señaló que «fue dirigido a dar argumentación para la gente que lo apoya». Sin embargo, aclaró que el tema es «el resto de la población, en este momento la sociedad argentina esta dividida entre le 25 y 28 por ciento que apoya al gobierno» otro «25 al 28 por ciento que quiere volver al kirchnerismo» y el resto de la sociedad que es «casi el 50% esta en la búsqueda de una nueva alternativa».

La directora del FMI, Christine Lagarde, junto al ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne.

Timerman interpreta que la reunión de los gobernadores en el CFI «da la impresión que es esa búsqueda de la nueva alternativa y la responsabilidad de los mandatarios es crear el escenario, no ser candidatos».

El consultor no descartó que el descontento popular -producto del plan económico- pone a la sociedad al borde de la posibilidad «del estallido social», y apuntó a las grandes ciudades del interior a las que calificó de pesadas, por «fuerte presencia de la droga y de una población sujeta al desanimo por no encontrar una salida».

Timerman habló también del rol de la oposición, y cuál es el camino de «colaboración y coordinación» en un trabajo común que deben emprender legisladores nacionales y gobernadores.

Por otra parte, el analista aconsejó a los dos referentes más importantes del gobierno, Mauricio Macri y Marcos Peña, permitir la ayuda de «Frigerio o Monzó para llegar a situaciones de consenso».