FOTO: FACTTIC

La Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo, Tecnología, Innovación y Conocimiento (Fattic) salió este jueves a desarmar los argumentos que el Gobierno nacional utilizó para justificar la suspensión de miles de actores del sector cooperativo y señaló que, detrás de la decisión, está camuflado un ataque directo a un modelo productivo y asociativo que el oficialismo desprecia.

La Facttic -federación que agrupa a unas 40 cooperativas de trabajo del sector tecnología en todo el país- emitió un comunicado en el que marca su enorme preocupación ante el rumbo que está tomando la Argentina en este rubro y las decisiones que comunicó el vocero presidencial Manuel Adorni en la conferencia de prensa de este miércoles.

«El Ministerio de Capital Humano va a controlar y depurar el padrón nacional de cooperativas, que reviste innumerables irregularidades. Se va suspender la operatoria de todas las creadas entre el 2020 y el 2022, se van a inspeccionar 4.355 cooperativas creadas en el 2023 y se va a retirar la autorización para operar a 11.853 que habían sido suspendidas en el 2019 y que por alguna razón que no comprendemos, el gobierno anterior decidió seguir financiando», anunció Adorni.

En ese marco, el presidente de Facttic, Manuel Leiva, explicó ante Conclusión que parte de la preocuación responde a que las cooperativas se fundan y desarrollan en el país. No pueden relocalizarse en el exterior, como sí ocurre en el caso de las empresas más tradicionales dentro del rubro software o tecnológico.

Más allá de esto, y teniendo en cuenta los anuncios realizados por el vocero presidencial y el tono que utilizó para efectuar los mismos, la Federación de Cooperativas de Trabajo, Tecnología, Innovación y Conocimiento, enumeró cuatro interrogantes que quedaron flotando:

  • ¿Cómo se puede construir el futuro del país si no se tiene en cuenta el pasado?
  • ¿Cómo uno puede interpretar que los cooperativistas pueden recuperar ciertas libertades o ser verdaderamente libres cuando se ataca constantemente a los que piensan distinto?
  • ¿Cómo se puede pensar en un desarrollo nacional productivo cuando los costos de vida aumentan tan violentamente en tres meses?
  • ¿Cómo se puede pensar que las cooperativas están dentro del aparato productivo cuando se las ataca tan fuertemente a través del discurso oficial? 

«Esas son las cosas que nos preocupan. Dentro del padrón que presentó el Gobierno con la suspensión de más de 11.000 cooperativas hay algunas tecnológicas, que han sido herramienta y sustento legal para poner a trabajar a diferentes personas, tal vez a grupos de amigos o a laburantes que encontraron en la figura de la cooperativa la posibilidad de hacer su sueño realidad y armar una empresa de software, organizándose de una forma distinta para encontrarle la vuelta a no tener que ser empleado de una gran empresa, con las complicaciones de entorno laboral o derechos laborales que puede haber ahí, y lanzarse a la aventura de poder constituir el sueño propio», apuntó Leiva en declaraciones a este medio.

Según contó el presidente de Facttic, el Ejecutivo nacional oficializó la nómina de suspensiones en unos 10 anexos que «son interminables», por lo que están actualmente diseñando un software que permita a cualquier ciudadano conocer la situación específica de cada cooperativa con celeridad y de una manera simple.

Al momento de justificar las medidas adoptadas por el Gobierno, Adorni planteó: “El padrón nacional de cooperativas aumentó un 138% en los últimos cuatro años. El 72% de ellas fueron constituidas entre el 2020 y 2022, el 70% no presentaron balances ni asambleas, el 22% repiten asociados entre ellas, el 20% usaron el mismo mail para registrarse y el 9% comparte domicilio. Resulta sorprendente que los argentinos hayamos financiado durante tanto tiempo instituciones que no tenían la mínima certificación de legalidad”.

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Para la Facttic, estas afirmaciones están lejos de configurar un listado de argumentos viables que ameriten la suspensión de todas las cooperativas que quedarían sin posibilidad de operar.

En esa línea, Leiva decidió desarmar uno por uno «las mentiras» que Adorni usó para atacar al sector, «con malas interpretaciones de la ley» difundidas «a propósito» para poner en tela de juicio estas herramientas de asociativismo y producción.

Las mentiras del vocero

Un mismo mail: «Al momento de fundar una cooperativa, además de los socios fundadores y alguna otra cuestión que aparece como la asamblea constitutiva, hay muchas consultoras y grupos de abogados que ayudan. También pueden colaborar amigos o miembros de otras cooperativas. En el esquema asociativo, las empresas se ayudan entre sí y no compiten; se retroalimentan y crecen juntas. Poder ayudar a otros laburantes que tienen el sueño de echarse a andar, está bien visto. Ayuda un montón a generar los puestos de trabajo que muchas veces el gobierno nacional no genera. Entonces, usar un mismo mail es un argumento totalmente insuficiente».

Socios de más de una cooperativa: «Es preocupante el desconocimiento total de la ley por parte del vocero, que dice que un motivo de suspensión es que una persona haya estado adherida o sea socia de diferentes cooperativas. Legalmente se puede, esto tiene que quedar bien explícito. Si uno compra en la cooperativa La Obrera o tiene una cuenta en el (banco) Credicoop, es socio de esa cooperativa. Mientras, puede trabajar en la cooperativa del barrio o también pagar la luz en su pueblo, donde está la cooperativa eléctrica y es socio. Siendo usuario, muchas veces se da el hecho de ser socio de más de una cooperativa. Cabe también la posibilidad de que uno sea socio de dos cooperativas de trabajo, porque en una lo hace durante la semana y en otra durante los fines de semana; o lo hace en doble turno y divide la jornada en esos dos espacios. La ley es clara, uno puede estar asociado a todas las cooperativas que tenga ganas y que le sirvan para el desarrollo de su vida».

En este punto, desde la Federación resaltan sobre todo el desconocimiento de los funcionarios y la nula voluntad por adquirir dicho saber antes de avanzar en la toma de decisiones, sobre todo porque el sector cooperativo y mutual representa el 15% del PBI argentino y es el principal proveedor de servicios públicos, porque las empresas tradicionales muchas veces no quieren abrir líneas de negocios en pueblos pequeños o en el interior del país porque no lo consideran beneficioso.

Trabajo y motor productivo: «La última mentira es que el vocero insinuó que las cooperativas viven del Estado. Es una falacia atroz. Las cooperativas trabajan como cualquier otra empresa. Lo que hacen es pegarle, denostar e intentar poner un manto de misterio sobre una forma de trabajo que la verdad tiene muy buenos resultados y ayuda al país en el 15% del desarrollo productivo. No están atacando solamente a un supuesto acto de corrupción, que siempre son discutibles y nunca los demuestra el Gobierno, sino que ponen en discusión un modelo que no les gusta, sin fundamentos ni argumentos».

En síntesis, lo que la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo, Tecnología, Innovación y Conocimiento expone es que el Gobierno utilizó estas maniobras argumentales para intentar justificar una medida que en realidad no es más que un ataque al asociativismo producto de una preconcepción ideológica.