Cada vez son más las señales del posible acuerdo que permitiría que la Carta de Intención entre el Ejecutivo y el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) sea tratada en el Congreso, durante el mes de marzo.

El fin último es que el directorio del Fondo lo apruebe antes del vencimiento clave del día 22, la fecha en la que Argentina está obligada a desembolsar unos 2.900 millones de dólares en concepto de capital del megapréstamo heredado de Mauricio Macri.

Durante un encuentro internacional de empresarios de la región, bancos de inversión, y economistas, desarrollado ayer, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, sostuvo que el organismo está en «intensas negociaciones«.

En una charla que entabló con Susan Segal, titular del Council of the Américas y coordinadora del evento en cuestión agregó también que están en un entendimiento cercano con las autoridades argentinas para alcanzar un acuerdo a nivel de staff, que incluye los detalles, reformas y todo lo referido al programa. «Tenemos reuniones intensas, muchas virtuales, y eso toma casi 24 horas al día, los siete días de la semana«, se explayó el economista brasileño y ex titular del Banco Central de su país.

En torno a los detalles del posible acuerdo añadió que «es un programa realista y confiable que solamente es para Argentina en el sentido más amplio, esto es un programa creíble, de manera pragmática y factible».

Otra de las señales fuertes en pos del cierre de un acuerdo ocurrió durante una reunión informal de directorio, que tuvo lugar el pasado martes. Allí volvió a discutirse el caso argentina, y esta vez el resultado de la reunión y la exposición de la silla de EEUU resultaron «muy importantes» para la postura argentina, admitieron fuentes cercanas a las negociaciones.

Trascendió que Estados Unidos habría suavizado su posición y aprobado informalmente el acuerdo, ante la alternativa de que «un default es el peor escenario», y más allá de los reparos técnicos en algunos puntos planteados.

El programa que se negocia tendrá una duración de dos años y medio y permitirá al país escribir un nuevo préstamo de Facilidades Extendidas, por un monto total similar a la deuda que dejó Macri con el Fondo, que facilitará el repago de toda la deuda en hasta 12 años.

Según lo que se conoció hasta ahora, el acuerdo permite bajar gradualmente el déficit fiscal (reducirlo a 2,5% en 2022, para llegar hasta 0,9% en 2024), sin reformas laborales ni impositivas, a la vez que otorga un margen para aumentar el gasto de capital en infraestructura.

En el mismo sentido, el ministro de Economía Martín Guzmán, aseguró que el proyecto que detalla el acuerdo con el FMI será enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo con «anexos que contendrán todos los documentos» y «cada uno de sus detalles».

Y para no generar ningún tipo de suspicacias, además agregó que la idea de que va a haber documentos secretos es un sin sentido. “Una vez concretado el acuerdo a nivel staff del FMI, se enviará al Congreso de la Nación un proyecto de ley que en sus anexos contendrá todos los documentos que sean la base de ese acuerdo, con cada uno de sus detalles», en declaraciones formuladas a Télam.

En paralelo, en los últimos días hubo una intensa gestión diplomática del Gobierno argentino con los Estados Unidos, donde trascendió que, por un lado, el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Arguello, mantuvo reuniones con Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Joseph Biden, y por otro, el Canciller Santiago Cafiero, que concertó el jueves un encuentro con el embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley.

Los resultados favorables a un acuerdo fueron transmitidos ayer por el canciller Santiago Cafiero, quien destacó que «hubo un acompañamiento del ala política de la administración de Joe Biden» en el marco de las negociaciones que el Gobierno argentino mantiene con el Fondo.