Preocupa a la siderurgia el comercio desleal de China
Ocho entidades nacionales y regionales representantes de la industria del acero latinoamericana llamaron la atención a los Gobiernos de la región para asegurar pautas clara en el comercio de acero.
- Economía
- Sep 20, 2015
El presidente de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), Martín Berardi, advirtió que el «comercio desleal» de China está causando un perjuicio a la industria siderúrgica en la región.
Al hablar en el foro del Atlantic Council en Estados Unidos, expuso los «daños por el comercio desleal de China» y alertó sobre los «riesgos de mayor desindustrialización regional».
Berardi, director general de Ternium Siderar, del Grupo Techint, habló en el Atlantic Council, que presentó un estudio sobre la relación económica entre China y América Latina.
El informe recomienda «más transparencia y aumentar la capacidad de monitorear y evaluar los acuerdos bilaterales entre los países de América Latina y China dado que la relacióncomercial actual no ha aportado al desarrollo de la región».
La deliberación se produjo «a pocas semanas de la reunión entre el presidente de China Xi Jinping y Barack Obama en Washington.
Berardi participó de un foro organizado por el Atlantic Council donde se presentó un reporte que expone las complejidades de la relación entre América Latina y China.
Bajo el título de Evolución del Rol de China en América Latina: ¿Puede ser un «ganar-ganar»?, el informe ofrece cinco recomendaciones para el inicio de una relación de beneficio mutuo.
El autor del reporte, Enrique Dussel Peters, experto en China basado en México y profesor de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recomienda planificación estratégica y de apoyo multilateral que pueda llevar a una relación de beneficio mutuo.
Su análisis profundiza sobre la situación actual de cinco países: Argentina, Brasil, Cuba, México y Venezuela, como ejemplo de vínculos comerciales con China (desde aquellos con largas relaciones históricas, hasta los que apenas se están estructurando).
Durante el foro, Peter Schechter, director del Centro de América Latina del American Council, señaló: «La relación entre América Latina y China ha cambiado drásticamente en los últimosaños, de una basada en flujo y consumo de materias primas, hacia una centrada en la expansión de la inversión extranjera directa».
Esta inversión de China, según destacó Dusell Peters, corresponde en un 87% a empresas públicas.
Además, agregó que el comercio bilateral con china se ha ido primarizando gradualmente, en el sentido que América Latina exporta a China un número limitado de productos primarios mientras que importa de ese país bienes de mayor valor agregado.
Ante la pregunta por la relación entre China y América Latina en el mercado del acero, Berardi dijo que existe un «gran preocupación del sector siderúrgico y metalmecánico por el arribo masivo y en condiciones de comercio desleal de productos originarios de China».
«Las exportaciones de acero de China hacia América Latina llegarán este año a 9 millones de toneladas, lo que equivale al 13% del consumo de acero regional. Estos embarques han crecido 70% en sólo 2 años», advirtió.
Alertó que «la enorme capacidad ociosa de China en el sector siderúrgico (425 millones de toneladas, equivalente al 6,6 veces la producción anual de América Latina o 4 veces el consumo anual de EE UU) más la rentabilidad nula obtenida por las empresas siderúrgicas chinas (propiedad del Estado) demuestran que China no es una economía de mercado».
«China exporta toda clase de bienes finales a Latinoamérica. En la cadena de valor de la siderurgia, nuestra región ha recibido casi 80 mil millones de dólares en productos manufacturados en el 2014. El arribo masivo de productos chinos en condiciones de precios subsidiados y dumping está provocando la desindustrialización de nuestros países», se quejó.
Incluso, Berardi se quejó de que China «está ingresando en la financiación de proyectos de infraestructura y logrando condiciones especiales para la provisión de productos manufacturados. Algunos acuerdos evitan procesos de licitación y eliminan la competencia. El problema fundamental es la competencia desleal».
Advirtió que «las inversiones chinas en América Latina difieren de las de EEUU o la Unión Europea pues se trata de empresas estatales que siguen estrategias de gobierno y no surgen de decisiones empresariales propias de una economía de mercado».
Berardi enfatizó que este tipo de acuerdos y el ingreso masivo de productos bajo condiciones desleales de comercio están erosionando la integración comercial de la región: «Cuando se observan las cifras de exportaciones entre países de la región se hace evidente que las importaciones masivas desde China están provocando pérdida de interés en los acuerdos regionales».