La Secretaría de Energía estableció este jueves los nuevos cuadros tarifarios para los usuarios de las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA), con incrementos promedio de entre 65% y 150%, según el nivel de segmentación. Además, determinó un mecanismo de ajuste mensual que comenzará a regir a partir de abril.

Los aumentos, anticipados en la audiencia pública del 26 de enero, entraron en vigencia este viernes, con la publicación de las respectivas resoluciones en el Boletín Oficial.

Los nuevos valores, así como los ajustes mensuales, tendrán una validez provisoria durante un año, hasta que se aplique “una revisión tarifaria quinquenal (período 2024-2028) para garantizar la ejecución de inversiones que requieren de mayor tiempo de amortización y fortalecer la calidad del suministro a los usuarios”, se indicó.

Fuentes oficiales explicaron que los ajustes mensuales se realizarán mediante la aplicación de una fórmula compuesta por el Índice de Precios al Consumidor (IPC); el Índice de Precios Mayoristas (IPIM); y el Índice de Variación Salarial que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) mensualmente.

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Esta fórmula también incorporará las correspondientes ponderaciones que respeten la composición de costos de las distribuidoras. “Lo que se intenta es que los ingresos mantengan el poder de compra para afrontar la prestación del servicio en las condiciones de calidad pactadas”, señalaron desde la Secretaría de Energía.

El organismo señaló que “no puede indicarse un único incremento generalizado” en términos porcentuales, debido a que “hasta ahora había distintas categorías de usuarios que pagaban precios diferentes por la energía y potencia que las distribuidoras adquirían en el Mercado Eléctrico Mayorista”.

¿Cuánto pagarán de luz en Capital Federal y alrededores?

La cartera que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo dio a conocer algunos ejemplos en base a un consumo promedio de 380 kw/h por mes para las tres categorías de usuarios según la segmentación dispuesta en junio de 2022.

“En el caso de los usuarios N1 (ingresos altos), una factura de $13.900 pasará a pagar $34.332, lo que representa un incremento del 150%”, detalló, en tanto para los N2 (ingresos bajos), para un mismo nivel de consumo y periodo, pasará de $4.360 a $7.415, con un alza del 70%.

Para los usuarios de ingresos medios comprendidos en el N3, la factura del ejemplo “pasará de $4.783 a $7.850, equivalente a una diferencia de 65%”, aunque Energía aclaró que “en caso de superar los 400 KW/h mensuales, si el consumo alcanzara los 600 KW/h el monto pasaría de $14.600 a $34.000, es decir, un 130% de diferencia en la reconfiguración tarifaria”.

La Secretaría puntualizó que “la corrección de las tarifas es fundamental para restablecer los precios relativos de la economía; asegurar la autosuficiencia económica del sistema eléctrico, frente a la incapacidad del Estado Nacional de seguir asistiendo financieramente; y establecer las bases para promover la inversión privada”.

Asimismo, adelantó que “en el futuro inmediato” se continuará con el proceso de normalización del sector eléctrico y para ello se adoptarán “medidas para recomponer el funcionamiento del Mercado Mayorista, para que la oferta interactúe libre y competitivamente con la demanda”.

Del mismo modo, se procederá a “la reasignación de subsidios para dar asistencia a quienes tienen menor poder adquisitivo” y se ayudará a “los usuarios de altos consumos para que realicen un uso responsable y eficiente de la energía, mediante programas de eficiencia energética”.

“Desde el período 2019-2023, las tarifas eléctricas permanecieron estáticas, apenas recibiendo ajustes puntuales que resultaron insuficientes frente a una inflación estructural que alcanzó un acumulado de 1.071% durante dicho periodo”, planteó la Secretaría.

La cartera recordó que “esta falta de actualización, contribuyó a distorsionar los costos reales del suministro eléctrico, afectando tanto a usuarios como al funcionamiento técnico y recaudatorio del sistema en su conjunto”.

Los nuevos valores tarifarios se aplican “con el objetivo de reducir las transferencias desde el Estado Nacional hacia el sector eléctrico y promover un equilibrio económico sostenible”.

Cambios en los subsidios 

A la vez que el gobierno decidió avanzar en una recomposición tarifaria, encara una reconsideración de los subsidios energéticos, para lo cual el 29 de febrero realizará de forma virtual una nueva audiencia pública.

Allí presentará su propuesta de redeterminación de la estructura de subsidios vigente para usuarios de luz y gas, incluyendo la consideración de aquellos usuarios que no tienen conexión a redes de gas natural.

La Secretaría busca conformar una Canasta Básica Energética (CBE) que establezca los distintos tipos de requerimientos de consumo en las distintas zonas del país, “subsidiando situaciones de vulnerabilidad” en base a un diferencial entre el valor de la canasta y los ingresos familiares.