Al fenómeno de los argentinos que, a partir de los últimos aumentos en la nafta, cruzan hacia Paraguay y Brasil para llenar el tanque para obtener un beneficio de cerca de $1.200 mensuales, se sumó en las últimas horas la preocupación de las autoridades de Cancillería por las limitaciones en la venta de combustibles que impone de hecho la localidad boliviana de Yacuiba, a los autos con patente de nuestro país.

El intendente de Tartagal (Salta), Sergio Leavy, reclamó equidad al vecino país, y denunció que no sólo no dejan cargar combustible a los autos argentinos «sino que en algunos casos se les cobra el doble» por cada litro.

A partir de la suba dispuesta por el Gobierno, el litro de nafta en Salta trepó a $19,69 contra $ 8,12 que se paga en Bolivia. En este caso, para llenar un tanque de 50 litros un salteño gasta unos $ 3.938 por mes, mientras que un boliviano apenas $ 1.624. Por eso no sorprende que, tentados por esta importante diferencia, los habitantes de la fronteriza ciudad de Tartagal decidan recorrer poco más de 60 kilómetros hasta las estaciones de servicio de Yacuiba (Bolivia) para abaratar el costo del combustible.

Este desfasaje generó que en las últimas horas se realzara una serie de reuniones de los cuerpos consulares de Argentina y Bolivia, autoridades comunales del norte y del sur de ambas naciones y miembros de fuerzas de seguridad en Yacuiba. Allí, el intendente de Tartagal reclamó que dejen cargar nafta a los autos argentinos.

«Es algo que parece insólito, no sabemos por qué motivo se restringe la venta de combustible cuando se trata de vehículos con chapa patente de nuestro país o se cobra el doble. Eso no sucede en las estaciones de servicio de este lado de la frontera», precisó el intendente.

Fuente: Ámbito Financiero