A pesar del congelamiento de precios acordado entre el sector petrolero y el ministro de Economía Sergio Massa a mediados de agosto pasado, muchas estaciones de servicio ubicadas en las diferentes provincias del país registraron aumentos en sus precios durante los últimos días, los cuales oscilaron entre el 2% y el 5%. Además, muchos puntos de expendio registraron faltantes.

Desde la semana pasada diversas provincias comenzaron a ajustar los precios de los combustibles: en varias localidades de Santa Fe –como Rosario, Reconquista y la capital provincial– las empresas Shell y Axion aumentaron el pasado viernes un 2%.

Con el nuevo incremento, los precios de Shell (correspondientes al litro de combustible) quedaron de la siguiente manera: Super, $317.4; V-Power Nafta, $391.2; y V-Power Diesel, $432.1

En tanto, en las estaciones Axion se registran estos precios: Super, $305.7; Quantium, $383.5; Diesel x 10, $346.6; y Quantium Diesel, $413.3.

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En este sentido, el referente de la Cámara de Estaciones de Servicios de Rosario, Daniel Giribone, apuntó que los aumentos se deben a un incremento en el precio de los biocombustibles que deben mezclarse con nafta y diésel de forma obligatoria y, en relación al congelamiento de precios, indicó: “El acuerdo es de palabra, no hay ningún documento que lo certifique, con lo cual no existe”.

En Misiones las estaciones de servicio de la marca Shell remarcaron sus precios 5%, mientras que en Mendoza y Entre Ríos las subas de esta petrolera, junto con Axion, rondaron el 3%.

En Tucumán, Refinor elevó $4 el valor de la nafta súper, en tanto, en las regiones del Noreste Argentina (NEA) y el Noroeste (NOA), también se registraron aumentos de hasta 4%.

En la primera quincena de agosto los combustibles subieron, en promedio, un 12,5%. Ante esta situación, y tras la devaluación que tuvo lugar después de las elecciones primarias, el Gobierno Nacional llegó a un acuerdo con las petroleras para congelar los precios hasta el 31 de octubre.

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Mientras tanto, en el sector no descartan que las próximas semanas vuelvan a aplicarse aumentos selectivos si persiste la suba del dólar paralelo y la remarcación de precios en varios rubros.

Por otro lado, muchas estaciones de servicio comenzaron a implementar las ventas con cupos por la falta de gasoil, que ha comenzado a afectar la actividad de las empresas de traslado de cargas en más de diez provincias.

¿Por qué falta combustible?

Por su parte, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) advirtió sobre la escasez del gasoil y solicitó a la Secretaría de Energía de la Nación que intervenga para normalizar su abastecimiento.

Mediante un comunicado dirigido a ese organismo y a los Ministerios de Transporte y de Economía de la Nación, la entidad que nuclea a cuarenta y cuatro Cámaras de transporte de todo el país dio a conocer la preocupación por el faltante de gasoil que se registró durante las últimas semanas, en distintos puntos del territorio nacional.

La escasez del combustible fue reportada por representantes de las Pymes que integran la Federación en diferentes puntos del país.
De acuerdo a lo informado por FADEEAC, la situación comenzó a agravarse a partir de la fuerte suba en el precio del gasoil a granel respecto del que se abona en surtidor.

Mientras que en agosto el aumento del combustible mayorista fue de 35%, en las estaciones de servicio el incremento se ubicó entre el 12,5% y el 18%. Como consecuencia, se produjo un desvío natural en la modalidad de repostaje, aumentos injustificados y hasta la implementación de cupos.

Según las estimaciones, los costos de transporte crecieron 20,3% en agosto y acumulan 92,5% de incremento en los primeros ocho meses de 2023, en el contexto inflacionario más elevado de los últimos 30 años.

En el comunicado, las autoridades señalaron que la actividad se ve alterada por dificultades para poner en marcha las unidades ante la falta de un suministro clave como es el combustible.

En este contexto –y según destacó FADEEAC– los transportistas quedan limitados a optar entre reabastecerse en otras petroleras a costos sustancialmente más elevados o esperar a la vera de la ruta el repostaje de los tanques con los consabidos problemas que ello genera, como “la inseguridad vial para la unidad, la carga y para el propio conductor”.