El Observatorio de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) aseguró que el consumidor de un litro de vino tinto común en tetra-brik, en junio de 2017, pagó $43,13 en promedio, un 67,4% más que en junio de 2016.

Ese precio aumentó, desde enero de 2012, 457,2% y a lo largo de 2017 se ha incrementado un 9,9%, dijeron los especialistas de Acovi, en el último «Análisis de Precios y Rentabilidad del sector vitivinícola».

En tanto, el precio en góndola de un litro de vino blanco en tetra-brik en junio de 2017 fue de $32,32, un 69,3% más que en el mismo mes de 2016.

El aumento acumulado de ese precio durante 2017 es de 22 por ciento y desde enero de 2012, la suba alcanzó el 429,8%.

«La rentabilidad del vino analizada en este informe corresponde a la relación entre el precio pagado por el consumidor por el vino común y el precio que pagan las bodegas fraccionadoras a las bodegas trasladistas por el vino genérico», indicaron los autores del informe.

Aclararon que «al hablar de rentabilidad, en este caso se hace referencia a la diferencia de precios que separa a los productores y al consumidor, por tanto es un indicador de la rentabilidad del sector fraccionador y comercializador analizado en forma conjunta, medido en términos de relación o diferencia de precios».

«Esta rentabilidad es la brecha de precios existente entre los productores y el consumidor», explicaron.

Para el caso del vino tinto, en junio de 2017, el consumidor paga 3,57 veces más en góndola que lo que recibe el productor y hace un año, esta diferencia era de 3,55, lo que implica un incremento de la rentabilidad de 0,6% entre junio de 2016 y junio de 2017.

A lo largo de 2017, la rentabilidad se incrementó un 6,7%; desde enero de 2012, la del vino tinto tuvo un alza del 18,8%, esto es debido a que en ese período el precio del consumidor aumentó en 457,2% y el de traslado lo hizo en un 368,9%.

Para el caso del vino blanco, en junio de 2017, el consumidor paga 4,77 veces más en góndola que lo que recibe el productor y hace un año, esta diferencia era de 6,24, lo que implica una caída de la rentabilidad de 23,5% entre junio de 2016 y junio de 2017.

«A lo largo de 2017, la rentabilidad de este vino disminuyó un 18,6%. Si consideramos la del vino blanco desde enero del 2012, dicha relación disminuyó un 13,2%, lo que significa que el precio pagado por el consumidor aumentó menos que el precio del vino de traslado, 429,8% y 510,6%, respectivamente», señalaron.

En junio de 2017, el precio del vino tinto genérico de traslado por litro fue de $12,08: esto es un 66,4% más que el mismo mes de 2016, desde enero de 2012, ese valor aumentó 368,9% y en lo que va del año 2017 se ha incrementado un 3%.

El precio del litro de vino blanco escurrido de traslado, en junio de 2017, alcanzó $6,77, lo que representa un incremento aumento del 121,1% respecto del mismo mes de 2016.

Durante 2017 ese precio creció un 49,9% y desde enero de 2012, se incrementó un 510,6%.