Alpargatas vendió planta en Catamarca y adelanta vacaciones en Tucumán
La empresa, adquirida por capitales brasileros en 2013 busca paralizar su producción debido a un exceso de stock por falta de demanda. Desde la firma dijeron a los operarios estar sufriendo “el achicamiento del mercado interno”.
- Economía
- Jul 19, 2017
La empresa Alpargatas anunció hoy a sus trabajadores de la planta ubicada en Tucumán que les adelantará las vacaciones e iniciará capacitaciones para poder paralizar su producción por exceso de stock ante la falta de demanda, horas después de vender una fábrica en Catamarca.
Los trabajadores afectados por la medida de la empresa se desempeñan en la planta que la compañía tiene en el kilómetro 725 de la Ruta Nacional 38, de la localidad tucumana de Aguilares, unos 90 kilómetros al suroeste de la capital provincial.
La empresa ingresó recientemente en el programa del «Repro Express» del ministerio de Trabajo, por el que el Estado paga una porción de los sueldos (hasta 3.000 pesos) de los operarios para evitar que la firma los despida.
Al comunicar su decisión, la firma dijo a los trabajadores que está sufriendo la falta de demanda por el «achicamiento del mercado interno», en paralelo con un fuerte aumento de las importaciones.
La compañía nacida en la Argentina y controlada desde hace unos años por capitales brasileños tiene plantas de producción en San Fernando del Valle de Catamarca y Sumalao (Catamarca), Florencio Varela (Buenos Aires), Presidencia Roque Sáenz Peña (Chaco) y Bella Vista (Corrientes).
Alpargatas Brasil, que compró Alpargatas Argentina en 2013, le vendió la planta de la capital catamarqueña al fondo Itausa, integrado por los principales accionistas del banco de capitales brasileros Itaú.
Esa situación despertó un cierto optimismo en la Asociación Obrera Textil de Catamarca, aunque se conservó la cautela porque la planta está paralizada y los trabajadores tienen temor de un eventual cierre.
«Si vienen a invertir, cuentan con nuestro apoyo», dijo el secretario general de la Asociación Obrera Textil, Jorge González, después de que se conociera que la fábrica cambiaba de manos pero quedaba bajo control de capitales brasileños.
González dijo que en Catamarca Alpargatas «tenía un panorama muy complicado, más para irse que para quedarse. Veníamos con suspensiones, siguen los retiros voluntarios, muchas medidas paliativas a las que se suman las máquinas viejas».
Alpargatas viene realizando un ajuste en los últimos meses: anunció el cierre de su fábrica de zapatillas en Villa Mercedes, San Luis, y la discontinuación de su línea de calzado en la planta ubicada la localidad bonaerense de Florencio Varela, que afecta la fuente de trabajo de 150 empleados.
El negocio del calzado está muy complicado por el fuerte incremento de la competencia por parte de Adidas y Nike, que rebasaron los canales de comercialización con importaciones.