En el marco de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, especialistas y referentes del sector expusieron sobre el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), que tiene como objeto reducir el embarazo en adolescentes y jóvenes de entre 13 y 24 años en todo el país, se implementó en 2018, bajo la gestión de Cambiemos, y continua hasta la actualidad.

Con la asunción del Gobierno de Javier Milei su suerte cambió, ya que se dieron por finalizadas 619 contrataciones de consultores que significaban 1.150 millones de pesos. Desde el Ministerio de Salud, a cargo de Mario Russo, aseguran que mantendrán el plan, pero quieren que sean las provincias las encargadas de sostenerlo.

Desde el comienzo del Plan, hasta el 2021, se logró reducir la tasa de fecundidad adolescente (entre 10 y 19 años) de 49,2% a 27%, lo que representa una caída del 49%. Así, Argentina pasó de tener 69.803 adolescentes entre 15 y 19 años y 1.938 niñas menores de 15 años que tuvieron un hijo o hija en 2019 a 46.236 adolescentes entre 15 y 19 años y 1.394 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo o hija en 2021.

El titular de la Comisión de Acción Social y Salud Pública, diputado Pablo Yedlin (UxP), informó que “hay algunos expedientes acerca del Plan ENIA” y “la posibilidad de instituirlo por Ley”. “Argentina ha mostrado en este tema una respuesta muy buena de parte del Estado. Hemos disminuido al 50% la cantidad de embarazos no intencionales adolescentes”, argumentó.

Yedlin explicó que la idea de la reunión es “revisar los resultados del programa, sus problemas, las diferencias y avanzar en un proyecto de ley que garantice que estas políticas de Estado que han sido exitosas se sostengan en el tiempo”.

En la reunión informativa, el ex secretario Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de la Nación (SENAF), Gabriel Castelli, expuso los lineamientos principales del Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA) que funciona desde el 2018. “El objetivo es reducir la tasa de embarazo no deseado en adolescentes y jóvenes”. “Este programa nos permitió un acertado diagnóstico sobre la importancia que tenía en la vida de los adolescentes esta problemática”, expresó.

Por su parte, Paula Zingoni, subsecretaria de Relaciones Sectoriales y Articulación del Ministerio de Salud de la Nación, señaló que “se trata de una política pública que trasciende a tres Gobiernos”, al aseverar que “le estamos dando continuidad a este Plan ya que lo consideramos importante porque centra a los adolescentes en el marco de una mirada de salud integral, inclusiva, e implica mejoras para el desarrollo de la sociedad”.

Además, la funcionaria de la Cartera de Salud puntualizó: “Una política requiere de la sinergia y colaboración de todos los sistemas, aun no existiendo un marco normativo que nos obligue a esto”. Y añadió: “Estamos buscando abarcar de una manera lo más integral posible la salud de los adolescentes».

En el mismo sentido, respecto a la implementación del programa ENIA, Federico Paruelo, director de Niñez y Adolescencia de la Dirección Provincial de Salud Comunitaria de la Subsecretaría de Atención y Cuidados Integrales en Salud de la Provincia de Buenos Aires, consideró que “el embarazo adolescente es una problemática que, entre otras cuestiones, “profundiza la desigualdad social y aleja a las adolescentes de la escuela”.

Luego, Marisa Graham, responsable de la Defensoría de las Niñas, Niños y Adolescentes, ponderó la importancia del plan ENIA, aunque remarcó que “los planes nacionales si no tienen proyección en las provincias, están en el aire».  “El financiamiento de este plan debe ser nacional y federal”, especificó.

Además, pidió hacer foco en “el embarazo infantil”, y “su vínculo con el delito de abuso sexual”.