Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Las sospechas de que oficialismo resolvió aminorar la dinámica de funcionamiento del Congreso, para que la campaña electoral de cara a las elecciones no estorbe al gobierno desde el Parlamento, no era infundada. Las iniciativas del Ejecutivo ya no llegan con la vehemencia que tenía en meses anteriores. El condicionamiento no es menor, Cambiemos depende de los consensos que pueda llevarlo a los acuerdos necesarios para avanzar con sus leyes con el massismo y el bloque justicialista en diputados ya que tiene 87 de los 257 legisladores. El rumor que corría en los pasillos del Congreso de que desde «La Rosada»se buscó que no hubiese más de 4 sesiones antes del 31 de mayo, es una evidencia palpable,

Conclusión dialogó con el diputado radical, Alvaro González, quien manifestó en relación a este marco de transición parlamentaria que «desde el punto de vista legislativo, los años impares, en los que existe actividad electoral la dinámica del Congreso decae, es estadístico. Con solo hacer una retrospectiva nos damos cuenta que es así. El año posterior a las elecciones de presidente se realizan alrededor de 24 o 25 sesiones y en los años impares estamos en 12 o 14. Desde el punto de vista práctico, si hubiese que dar un discusión importante el Congreso esta listo para darla. Prueba de ello fue el 2 x 1″.

Y agregó:»A partir de esta consideración, como oficialismo tenemos algunos debates que queremos encarar, como ser la responsabilidad penal de las empresas, y otros proyectos de valía. No es menos cierto que nosotros constituimos un tercio del cuerpo, y para sesionar y poder avanzar tenemos que tener acuerdo, en época electoral cuesta más alcanzarlos, lo que no significa que sea imposible hacerlo».

«En ese sentido soy optimista de que se pueden abordar temas y sesionar perfectamente. Repito, pretendemos no mentir y hay que decir que en los años electorales el Congreso sesiona menos. esto no significa que se trabaja menos, se trabaja si en comisiones. Muchas veces se vapulean las instituciones como si ese trabajo no existiera, pero en realidad lo que no se ve hay que explicarlo», describió Alvaro González.

—Desde la asunción del nuevo gobierno se establecieron prioridades en materia legislativa a través de distintos proyectos que fueron  enviados por el Ejecutivo, mayoritariamente esas iniciativas se aprobaron ¿cree usted diputado que estas inquietudes gubernamentales reflejaban las necesidades de la población?

—Existen dos aristas, hay un reclamo de la sociedad que es permanente, que tiene que ver con la inseguridad, es decir, que cualquier iniciativa que se trate en relación al tema y que sirve para que no sea política marketinera electoralista sino para resolver un problema de fondo tendría que tener prioridad, y lo que si se tiene en agenda son los temas vinculados con la corrupción, por caso Brasil y otros lugares del mundo que nos hablan de una onda expansiva que está llegando a nuestro país, y hay que estar atento. Ahí vuelvo con la responsabilidad empresaria y espero que el Senado termine de dar la discusión con puntos como la delación premiada, decomiso de bienes de la corrupción, la ley de arrepentido, y varias normas relacionadas. Las comisiones están funcionando normalmente de allí que espero que se vayan despachando distintos proyectos que seguramente se trataran a los largo del año.

—¿Siente que serán acompañados en las próximas elecciones por la población por las leyes que promovió el oficialismo y el alcance que se propusieron con las mismas? 

—Como dirigente político debo decir que más allá de mi mirada positiva, o creer que siempre nos va bien, estoy convencido que la sociedad argentina le dará a Cambiemos la chance y la oportunidad de continuar con este proyecto que esta en marcha y que sigue transformando la realidad. En la provincia de Buenos Aires creo que Maria Eugenia Vidal -que contra todos los pronósticos no podía ser gobernadora- da cabales muestras de que ha decidido terminar con un sistema que funcionó y reconstruir el Estado. Porque era bobo, no existía, estaba a merced de la voluntad del Poder Ejecutivo Nacional, esto es lo que revirtió con la ayuda del presidente Macri.

—¿Como analiza las elecciones de La Rioja y Chaco? 

—Si nos dedicamos a observar atentamente, la primera lectura que hago es que el Frente Para la Victoria, tiende a desaparecer y vuelve a emerger el peronismo, ahora esta fuerza intenta esconder al FPV y se renueva la imagen de la mano de los gobernadores y algunas alianzas, junto a los ortodoxos y tradicionales, es una lectura. De todos modos Cambiemos va en camino. Que La Rioja sea peronista no es novedad, el dato que le aporta singularidad, ya que se pusieron de acuerdo el ex gobernador con el actual mandatario y dejaron afuera al Frente para la Victoria, si se mira lo que paso en el Chaco, el gobernador Peppo es una versión superadora de Capitanich. Observo que administraciones anteriores y actuales generan sinergia y este es una fenómeno al que hay que prestarle atención. Veremos lo que sucede en San Juan y otras provincias. Entiendo que se está dando un proceso de renovación en el peronismo promovido por los afiliados de ese partido que decidirán el destino y de la transformación. Desde mi lugar, me parece buena la depuración y a partir del final de octubre sabremos quienes son los nuevos interlocutores.