En la noche del 1 de septiembre de 2022, un grupo de personas que estaría integrado por Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, entre otros, intentó asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de un disparo en la cabeza. El episodio ocurrió cuando la funcionaria llegaba a su casa ubicada en el barrio porteño de Recoleta –una zona que en esos días estaba muy concurrida por gente que le expresaba su apoyo en medio del juicio por la causa “Vialidad”– pero la bala no salió del arma, pese a que el acusado gatilló dos veces.

Al cumplirse un año de este atentado, organizaciones sociales, sindicales, feministas y de adultos mayores adherentes a Unión por la Patria se movilizarán este viernes para exigir castigo a los responsables del intento de magnicidio.

En esta línea, la organización La Patria es el Otro realizará una “Misa por la Paz, Patria y Democracia” a las 17 en la Parroquia San Martin de Porres de la localidad bonaerense de Moreno. Por otra parte, agrupaciones de jubiladas nucleadas en Unión por la Patria se concentrarán a las 15 en Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen –en la Ciudad de Buenos Aires– en uno de los ingresos al Congreso Nacional.

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En tanto, la Asamblea Feminista de la Ciudad de Buenos Aires, que nuclea a agrupaciones alineadas en el peronismo y autónoma, acordó movilizarse a las 16 frente al Palacio de Justicia con la consigna “Con violencia política no hay democracia. Feminismos con Cristina”.

Por su parte, la lista Verde y Blanca de ATE convocó desde las 16 frente al Anexo del Congreso, en Riobamba 25, con la idea de “realizar diferentes acciones junto a otras organizaciones para visibilizar la responsabilidad de Gerardo Milman”, e invitaron a ir con afiches con su rostro.

Actividades culturales: presentación de documental y libro

La agrupación política La Cámpora emitió en la noche de este jueves un documental titulado “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”, que recopila los días previos al intento de asesinato de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, la llegada a su departamento aquel 1 de septiembre de 2022, y las repercusiones luego del ataque.

Con imágenes inéditas, tomadas por una cámara que grabó la llegada de la vicepresidenta a su departamento, se la ve interactuar con los manifestantes que la esperaban aquel 1 de septiembre.

La cámara queda luego posicionada detrás de Fernández de Kirchner hasta que aparece el arma entre la marea de gente que intentaba saludarla y se escucha el sonido de gatillo, el disparo fallido de Fernando Sabag Montiel; inmediatamente la pantalla se funde a negro y vuelve la imagen con la nota editorial de Clarín.

Una de las escenas más destacadas del documental es cuando la vicepresidenta escucha a gente de su seguridad decir, en referencia a Sabag Montiel, “sacalo de acá” e interviene en su favor: “Se le cayó un libro, nada más”.

Con esa escena se evidencia además que Fernández de Kirchner solamente pudo registrar la caída del libro, que es el motivo por el que se agacha en el mismo momento que Sabag Montiel gatilla.

Además, a partir de este viernes está disponible en las librerías del país el libro “Muerta o presa – La trama violenta detrás del atentado”, escrito por Irina Huaser, en colaboración con Ariel Zak, y publicado por la editorial Planeta.

¿Cómo está la causa?

La causa avanza en dirección al juicio oral y público de los supuestos autores materiales, mientras que la querella de la exmandataria reclama que se profundicen las medidas de pruebas vinculadas a la detección de posibles conexiones políticas o autorías intelectuales.

El tramo central del expediente, ya elevado a juicio, se encuentra en manos del Tribunal Oral Federal (TOF) 6, que en los próximos días correrá vista a las partes –fiscalía, querella y defensas– para que ofrezcan prueba de cara al debate oral que aún no tiene fecha.

En el debate oral, Sabag Montiel –quien le gatilló dos veces a la vicepresidenta– tendrá como abogada a la defensora oficial María Fernanda López Puleio; la supuesta coautora, Brenda Uliarte, cambió la defensa oficial por la del abogado Carlos Telleldín justo cuando la causa estaba por ser elevada a juicio oral; y el presunto partícipe secundario Nicolás Carrizo seguirá defendido por el letrado particular Gastón Marano.

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Una reciente declaración periodística de Telleldín, conocido por haber sido investigado en el marco de la causa del atentado a la AMIA, generó expectativas en torno a lo que pueda aportar su defendida: “Dentro de unos quince días Brenda Uliarte hará una ampliación de su indagatoria para manifestar que una persona allegada a Gerardo Milman pagaba para concentrar gente frente a la casa de Cristina Kirchner. No era para matar a nadie sino para que vayan a provocar”.

El nombre del diputado Gerardo Milman apareció en el expediente el 23 de septiembre pasado cuando un asesor del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Jorge Abello, se presentó ante la jueza María Eugenia Capuchetti y dijo que había escuchado al legislador de Juntos por el Cambio referirse al atentado antes de que ocurriera.

“Cuando la maten yo estoy camino a la costa”, fue la frase que Abello dijo haberle escuchado decir a Milman en el bar Casablanca el 30 de agosto, oportunidad en la que el legislador se encontraba acompañado de dos asesoras que ya declararon en el expediente: ambas negaron que esa frase haya sido pronunciada.

Esa pista no fue elevada a juicio: hace 10 días la Cámara Federal porteña hizo lugar al secuestro del teléfono de Milman (que finalmente lo entregó voluntariamente) y su apertura también fue autorizada por la Cámara de Diputados. En simultáneo, el fiscal Carlos Rívolo, quien tiene delegada la investigación, solicitó a las compañías de telefonía celular que informen si existe alguna otra línea a nombre de Milman.

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Cuando solicitó la elevación de la causa a juicio, la fiscalía entendió que la conducta de los tres acusados fue “premeditada”, o sea que idearon “un plan para llevar a cabo el asesinato de la vicepresidenta de la Nación”; pero advirtió que no se hallaron elementos como para afirmar que detrás de los autores materiales existieron distintos autores intelectuales.

El fiscal sostuvo que el plan criminal se habría comenzado a pergeñar en abril de 2022 cuando Sabag Montiel consiguió la pistola que había pertenecido a un vecino ya fallecido.

De las conversaciones por WhatsApp que lograron reconstruirse a lo largo de la investigación, surge que los atacantes pensaron hasta en alquilar un departamento en el barrio porteño de Recoleta para apostar desde allí un francotirador, pero luego optaron por otra mecánica.