Un joven de 25 años, identificado como Alan Javier Barrionuevo, fue condenado este lunes a la pena de prisión perpetua, tras ser hallado culpable del homicidio de un hombre de 70 años, cometido en agosto de 2019, y por cuatro hechos de robo.

La sentencia -que fue establecida unánimemente por el tribunal integrado por los jueces de primera instancia Nicolás Vico Gimena, Ismael Manfrin y Román Lanzón– se conoció este lunes en el Centro de Justicia Penal de Rosario. El hombre de 25 años fue hallado culpable por los delitos de homicidio, robo, portación ilegal de arma de fuego, robo en grado de tentativa (en 3 hechos) encubrimiento.

A lo largo del juicio, las fiscales de homicidios dolosos, Valeria Haurigot, Marisol Fabbro, y el fiscal de flagrancia Cesar Cabrera le tribuyeron diferentes hechos delictivos cometidos entre el 2017 y el 2019.

El primer acontecimiento por el que se acusó a Barrionuevo ocurrió el 6 de febrero de 2017, cuando ingresó a un comercio ubicado en Godoy (calle también llamada Presidente Perón) al 5.900 -en el oeste de Rosario- y, junto a otro hombre que ya fue condenado, sustrajeron del lugar varias herramientas.

El hecho de robo se repitió el 19 de junio de 2017, cuando en horas de la madrugada el acusado ingresó a una tienda de fotografía ubicada en Bv. Seguí al 5.500, también en el oeste rosarino. Para entrar a este comercio rompió dos candados de seguridad, que estaban en la reja, y un cristal.

Barrionuevo también fue acusado por un homicidio, cometido en la madrugada del 3 de agosto de 2019, en la zona de Gaboto al 6.000, en el oeste de la ciudad. Según relataron los fiscales, el joven ingresó a una vivienda de esta zona -pensando que era un almacén- para sustraer diferentes elementos. Sin embargo, se encontró al dueño del comercio, quien vivía en el mismo edificio: un hombre de 70 años identificado como Juan Domingo Colombo, quien trató de enfrentarlo.

Tras resistencia de Colombo, Barrionuevo tomó un arma blanca que había en la casa y le efectuó varias lesiones a la víctima, quien falleció en el lugar. Cometido el crimen, el imputado extrajo de la vivienda $30.000 en efectivo, 400 dólares, una caja fuerte pequeña color verde, una barreta de mango de madera y punta de metal y un reloj de muñeca.

Unos días después, en la madrugada del 10 de agosto de 2019, el joven fue interceptado por personal policial, pero al escuchar la voz de alto intentó darse a la fuga. Tras una persecución de pocos metros, los agentes lograron detenerlo cuando intentaba trepar una pared de más de dos metros de altura en la zona de Cullen al 1.070, en el noroeste rosarino. Allí, los efectivos le confiscaron un revólver calibre 32 que portaba sin autorización.

Otro de los hechos por los que se lo imputó tuvo lugar en la madrugada del 18 de octubre de 2019, en la zona de Provincias Unidas al 2.200, en el oeste de Rosario, cuando ingresó a una carnicería tras haber forzado la persiana y roto un candado. El objetivo de Barrionuevo era sustraer un reloj pulsera, tres teléfonos celulares y la suma de $6.600 y 5 dólares, pero la aparición de agentes policiales tras dos llamados al 911 que advertían de la situación no permitieron que este plan se lleve adelante.

Tras detenerlo, los agentes secuestraron los elementos sustraídos. Además, al revisarle las prendes hallaron dos revólveres calibre 22 que el joven llevaba consigo.

Finalmente, se le atribuyó haber recibido, adquirido u ocultado -a sabiendas de su procedencia ilícita- una máquina amoladora de color rojo, una máquina amoladora marca Doven Pagio, una maquina agujereadora marca Bosch, que contenía en su interior un rotomartillo marca Bosch con una mecha copa color plateado y la mochila de color verde, una maquina amoladora marca Walt y una maquina agujereadora marca Walt.

Escuchá el audio de los fiscales Fabbro y Cabrera