Un nuevo capítulo en la causa por el crimen de Jonatan Herrera comenzó a escribirse semanas atrás, cuando la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe admitió los recursos interpuestos por la Fiscalía y las querella y anuló la resolución de la Cámara Penal que avalaba el fallo de primera instancia en el cual se condenaba al ex policía Ramiro Rosales a seis años y medio de prisión por homicidio culposo. La Corte Suprema consideró que el crimen no podía ser catalogado así y ordenó revisar la sentencia y que se tenga en cuenta la figura del homicidio doloso. En ese marco, este martes se realiza una audiencia de medida cautelar para solicitar que, en tanto, se lleve a cabo ese nuevo proceso, el ex efectivo de la Policía de Acción Táctica sea puesto en prisión preventiva.

Antes de la audiencia, Julieta Herrera dialogó con Conclusión y recordó que un 6 de abril, pero de 2017, hace exactamente cuatro años, se dictó la «bochornosa sentencia». «Los jueces Rodolfo Zvala, Juan Carlos Curto y Juan José Alarcón dictaminaron 6 años y ocho meses de prisión  para Rosales, el policía que le disparó 11 veces a mi hermano y fue además, quien le dio uno de los disparos letales. Hoy nos encontramos con una buena que es la respuesta de la Corte, y nos encontramos acá, una vez más, para exigirle al Estado que se haga responsable por lo que le hicieron a Jonatan», expresó la joven.

Julieta señaló que lo que esperan,  después de la revisión y la decisión de la Corte Suprema es que Rosales, a quien calificó como uno de los «principales asesinos de Jonatan», transcurra esta instancia del proceso en prisión preventiva. «Que quede preso, como debe ser».

El pasado 26 de marzo, el máximo tribunal santafesino resolvió hacer lugar al recurso de inconstitucionalidad interpuesto por las querellas y la Fiscalía sobre el fallo de la Cámara Penal. Para la Corte, el accionar de Ramiro Rosales no fue un acto de negligencia, sino que el entonces policía de la Patrulla de Acción Táctica actuó con intención de matar. Esto quiere decir que no puede ser tratado como un homicidio culposo, tal como hicieron los jueces de primera y segunda instancia, sino que deberá encuadrarse como un crimen con dolo.

El 4 de enero de 2015, Jonatan Herrera tenía 23 años y lavaba el auto en la puerta de su casa. Apenas pasadas las tres de la tarde, varios policías del Comando Radioeléctrico de Rosario comenzaron una persecución en San Martín y Saavedra a un supuesto ladrón que se desplazaba en moto y  que acababa de robar un comercio de la zona. La persecución se extendió hasta Boulevard Seguí y Alem, donde lograron alcanzarlo y se produjo un intercambio de disparos. En ese momento, cuatro efectivos de la Policía de Acción Táctica, que iban a bordo de un colectivo que pasaron por allí, se bajaron y se sumaron al tiroteo. Tres de esas balas alcanzaron a Jonatan, que dos horas después,  falleció en el Hospital Clemente Álvarez. Las pericias demostraron que el disparo fatal fue efectuado por el policía Ramiro Rosales.