Un Tribunal de Entre Ríos condenó a 13 años de prisión efectiva a Diego Z., concejal de Juntos por el Cambio (JxC) Rosario del Tala y enfermero del hospital local, aunque se le mantuvo el beneficio de prisión domiciliaria hasta que la sentencia quede firme, informaron este miércoles fuentes judiciales.

La decisión fue comunicada por el juez del Tribunal de Juicio y Apelaciones de la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay, Mariano Martínez, a cargo del proceso judicial que comenzó el lunes 31 de julio y en el que declararon más de 20 testigos, entre ellos los tres adolescentes menores de edad víctimas y denunciantes.

Los jueces determinaron que el hombre es culpable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante y promoción a la corrupción de menores.

La fiscal a cargo de la investigación que se inició por una denuncia en julio de 2022, Emilce Reynoso, había solicitado 20 años de prisión, mientras que su abogado defensor, José Ostolaza, su absolución.

Si bien en ese entonces se desempeñaba como concejal, fue licenciado sin goce de sueldo en el Concejo local, y las secretarías de Salud y Educación de Entre Ríos le quitó los cargos que ocupaba.

El condenado también se desempeñaba como formador en la carrera de enfermeros en la Escuela Superior «Julio Ossola» de Tala.

Según la investigación, el concejal iba a boliches de Rosario del Tala, identificaba a sus víctimas siempre menores de entre 15 y 17 años, y los llevaba a su casa donde les entregaba bebidas alcohólicas mezcladas con psicotrópicos, para mantener relaciones sexuales.

Los menores declararon que perdían el conocimiento y lograban despertarse al otro día, desnudos y en estado de confusión.

Durante el allanamiento a su departamento ubicado en la zona este de Tala, la fiscal secuestró una gran cantidad de medicamentos, principalmente Valium, que según los médicos y profesionales judiciales es utilizado para combinarlo con alcohol y producir somnolencia.

En su defensa, el ex edil y su abogado acusaron a la fiscalía de tener un «perfil homofóbico» y dijeron que las relaciones sexuales con los menores fueron con consentimiento».

Si bien estuvo 90 días con prisión preventiva en una comisaría y luego en una Unidad Penal, el condenado llegó al juicio con prisión domiciliaria y el Tribunal consideró que la sentencia «no está firme», por lo que continuará «con su detención domiciliaria» en su departamento, con tobillera electrónica.