Dos jóvenes fueron condenados a 7 años de prisión en Rosario tras ser acusados de ser miembros de una asociación ilícita comandada desde la cárcel por Uriel Luciano Cantero, tercera generación de la narcobanda “Los Monos”, que desde 2021 opera en barrios de la zona sur de Rosario.

Los condenados fueron Facundo Di Filippo y Alexis Ledesma, ambos a 7 años de prisión, como resultado de un juicio abreviado homologado por el juez Pablo Pinto, en el que aceptaron ser integrantes de la banda, y fueron sentenciados por otros delitos como robo y portación ilegítima de armas de fuego.

La fiscal Marisol Fabbro, que lleva adelante una extensa investigación sobre la banda liderada por “Lucho” Cantero, hijo del asesinado jefe de “Los Monos”, Claudio “El Pájaro” Cantero, indicó que la banda se comporta como «dueña del territorio”.

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Entre otras, mencionó buscar dinero, armas, material balístico y estupefacientes y “su función principal consiste en ejecutar hechos delictivos con el uso de armas de fuego, para lo cual les suministran armamento y rodados”.

Tanto Di Filippo como Ledesma fueron arrestados al intentar robar una motocicleta uitlizando armas de fuego, “siendo directivas claras impartidas por sus superiores en pos de incrementar su patrimonio ilegal y emplear dichos rodados para la comisión de otros hechos delictivos”, señala la sentencia.

Mafia rosarina

La investigación de la fiscal ubicó a “Lucho” Cantero, de 20 años, como jefe de una organización criminal que comanda desde el establecimiento penitenciario federal de la localidad bonaerense de Marcos Paz.

Por debajo de su jefatura, comparten la organización del negocio criminal su novia, Érika Bullón, y la madre del joven, Lorena Verdún, viuda del “Pájaro” Cantero, asesinado a tiros el 25 de mayo de 2012 antes de ingresar a un boliche bailable de la localidad de Villa Gobernador Gálvez.

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Según la sentencia del juicio abreviado, “cuentan con liquidez en moneda nacional y extranjera que obtienen de actividades ilegales, como ser la venta de estupefacientes, la sustracción y posterior venta de vehículos, y viviendas que van adquiriendo mediante actos intimidatorios”.

De acuerdo a la investigación, Cantero, su madre y su novia, desde la cárcel, autorizan la venta de estupefacientes y las zonas donde pueden operar los comercializadores. “En palabras sencillas –agregó-, se comportan como dueños del territorio y ninguna actividad puede tener lugar allí”. Los investigadores determinaron que la banda de “Lucho” Cantero opera en los barrios La Granada, Las Flores, Las Delicias y Barrio Plata.

Con el ascenso del “Pájaro” a la conducción de la estructura, la banda familiar se inició en el negocio del comercio de estupefacientes y tras su asesinato, en 2012, su hermano Ariel, conocido como “Guille”, le imprimió un sesgo más violento asociado al cobro de “peajes” y “seguridad” de otros grupos para acciones ilegítimas, además de balaceras y extorsiones a comerciantes.

Uriel Luciano Cantero es la tercera generación de “Los Monos”, y gerencia desde prisión. Para la fiscal, “se dedicó a cometer delitos contra las personas, contra la vida, contra la propiedad y la libertad, contra la administración, la seguridad, la fe y la salud públicas”.