Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

El profesor a cargo de la asignatura Política Económica de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y de Instituciones Monetarias e Integración Financiera Regional, Horacio Rovelli, habló sobre las fuentes inspiradoras en materia económica de los candidatos Sergio Massa y Javier Milei, y demostró que no hay país en el mundo que pueda servir de ejemplo para que el líder libertario pueda demostrar las «supuestas ventajas» de esta teoría, que como tal no aporta nada de nuevo en estos tiempos, porque se creó a fines del siglo XIX».

Rovelli explicó que «la escuela neoclásica o austriaca es una exacerbación que Milei llama el anarcocapitalismo, que fue creada como respuesta al marxismo, sobre la teoría del valor trabajo. Carlos Marx decía que la riqueza era el trabajo no pagado», y agregó «los miembros de la escuela austriaca le responden a Marx con su propia teoría del valor, que es en base a la utilidad, la dificultad de obtención o la escasez, y explicaban por ejemplo porque el agua, que es tan valiosa, tiene poco precio y los diamantes que no se usan para nada valen tanto».

El docente apuntó que «una cosa es la teoría y otra la práctica, la practica la lleva adelante una sociedad, porque en formas asociada, distribuimos, producimos, consumimos, amamos, nos divertimos, es decir, somos sociales por naturaleza y para que esto funcione existe el Estado, que en nombre de todos, prohíbe, autoriza o permite. La función del Estado -desde el punto de vista económico- es regular dicha actividad, no puede permitir las cuevas. Por ello es auspicioso, que Carlos Castagneto, que esta frente a la AFIP, descubra exportaciones que están sobrefacturadas que llegan a las cuevas y detenga a los que trabajan con dinero que no está permitido».

El economista, aclaró que en Estados Unidos, nadie se puede poner en una esquina a vender monedas extranjeras sin el correspondiente permiso. Milei propone que el Estado no exista, ya lo dijo David Rato, publicista de la dictadura que «achicar el Estado es agrandar la Nación».

Los equipos de economía de Javier Milei, son del CEMA, que es el centro de estudios que nuclea a los Chicago Boys, y que fue creado durante la dictadura militar. Esto sirve de referencia de su actitud servil ante el gran capital, con el pretexto de que los mercados deben asignar los recursos y decidir si producimos caramelos o acero, como decía un funcionario de Martínez de Hoz.

La economista Diana Mondino, diputada nacional electa por la Ciudad de Buenos Aires, por La Libertad Avanza, fue directora de Pampa Energía S,A,, el hombre de BlackRock en el Directorio de esa empresa es Darío Epstein, quien junto a Roque Fernández y Carlos Rodríguez, son los tres economistas que representan a Javier Milei ante el FMI.

Epstein es un economista que se dedicó a las finanzas, en ese carácter fue nombrado en 1992 Director de la CNV (Comisión Nacional de Valores) y participó como tal en las privatizaciones de YPF, Entel, y Gas del Estado.

«A Milei lo banca BlackRock»

El ex Director Nacional de Programación Macroeconómica del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación, precisó que         BlackRock es un fondo que administra recursos que le confían porque supuestamente tiene el conocimiento, la técnica y los medios para hacerlos rendir más que en otras inversiones financieras».

«Emplea a unas 14.000 personas en 30 países donde tiene oficinas que venden productos financieros y que se dedican a invertir en empresas y declara administrar activos por 7 billones de dólares (14,5 veces más que nuestro PIB). De ser un país se ubicaría en el tercer lugar de la tierra (detrás de los Estados Unidos y China), pero sin tener que mantener un ejército, ni programas de salud, etc. Por esa razón su CEO, Larry Fink, tiene clara influencia sobre el FMI, sobre el gobierno estadounidense y sobre muchos de los gobiernos de los países miembros del FMI».

Si de mala suerte se trata, BlackRock es el «principal acreedor privado con títulos de deuda argentina por más de 2.000 millones de dólares, los cuales en su mayoría son con cláusula de jurisdicción extranjera».

El fondo estadounidense, «también es accionista de importantes empresas, pero «fundamentalmente de Pampa Energía SA, Glencore y de los cuatro primeros bancos privados que operan en el país por volúmenes de depósitos, que a la vez son los mayores poseedores de títulos de deuda del Tesoro en pesos y de las Letras de liquidez (Leliq), Notas de liquidez (Notaliq) y pases pasivos del BCRA, que son préstamos de los bancos al BCRA de los depósitos que captan del público argentino. Los cuatro bancos privados más grandes en la Argentina actual son Santander-Río; BBVA; Galicia; y Macro, y en los cuatro BlackRock reconoce tener parte del capital accionario».

Además, Rovelli indicó que BlackRock es «accionista de YPF, donde posee 9.770.000 acciones correspondientes al 5,67% de los papeles en circulación en los mercados de capitales de Buenos Aires y Nueva York; y es el segundo inversor institucional privado luego del fondo mutualista Wellington. Tiene también participación accionaria mediante Pampa Energía SA, o directa en TRASENER; en Transportadora de Gas del Sur; en Central Puerto; Loma Negra; IRSA; Telefónica Argentina; Coca Cola; Bayer; Exxon Mobil; Chevron; Apple; Microsoft; Procter & Gamble; Tenaris (del grupo Techint, compró el 9,09% del paquete accionario); Mercado Libre, Arcos Dorados; y Adecoagro».

Es una vuelta al menemismo explícito, las privatizaciones y la concesión de puertos y del Río Paraná nos exime de mayores comentarios.

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