MARTES, 26 DE NOV

Vivienda y acceso a los servicios: la deuda del Estado con los pueblos originarios

En diálogo con Conclusión, la directora de Pueblos Originarios de la Municipalidad, Marcela Valdata, aseguró que “la vivienda es un déficit importantísimo, del mismo modo que lo es la luz segura, el agua y las cloacas”, al tiempo que destacó las políticas en materia de salud llevadas adelante en el último año.

 

En el marco de un nuevo aniversario del 12 de octubre, día en que se recuerda el desembarco de los conquistadores españoles en el territorio americano y el inicio del sometimiento a los habitantes originarios, desde la Municipalidad de Rosario hicieron un balance de los trabajos que se realizan para mejorar el acceso a la salud de las comunidades que habitan la ciudad, pero reconocieron que la mejora de las viviendas es una de las grandes deudas que el Estado tiene con estos pueblos.

La directora de Pueblos Originarios de la Municipalidad, Marcela Valdata, habló con Conclusión y anticipó que este año se enfocaron en fortalecer el acceso a la salud: “Venimos trabajando en recuperar ciertas prácticas culturales, como por ejemplo la devolución de las placentas en los partos, con lo que eso significa para gran parte de las culturas indígenas. Se trabajó con las maternidades de la ciudad para que los partos de mujeres originarias se realicen bajo su cultura, pero con parteras, para que se pueda cubrir rápidamente un posible evento no deseable”.

Y agregó: “Se trabaja también con un Centro de Convivencia Barrial en Rouillón, en la zona oeste de la ciudad, donde hay un grupo de psicólogas y parteras. Buscamos que las chicas de la comunidad que estén embarazadas concurran a estos lugares si les interesa, obviamente no va a ser una imposición, para que se sientan cuidadas por su familia”.

Además, la funcionaria destacó que se realizaron abordajes para combatir la tuberculosis y otras enfermedades, al tiempo que se buscan mejorar ciertos acompañamientos administrativos como, por ejemplo, el trámite para acceder al Certificado Único de Discapacidad.

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En este sentido, Valdata indicó que estos trabajos cuentan con la medición de traductores. En varios casos, la tarea estuvo a cargo de la directora de Comunidades de Pueblos Originarios de Santa Fe, Rosana Esquivel, quien habla la lengua Qom.

Por otro lado, detalló que este año se construyó un equipo para trabajar la Educación Sexual Integral Intercultural en escuelas con estudiantes originarios. “Se construyó un manual con banners y muñecos de tela, como para ver las distintas evoluciones de las personas. Lo trabajamos desde perspectiva cultural Qom, con la posibilidad de sumar otras, porque está planificado para que así sea. Eso ni bien lo tengamos impreso también se va a subir digital para que las escuelas puedan hacer”, explicó.

Vivienda y servicios, las acciones pendientes

Desde los pueblos originarios denunciaron reiteradamente ser marginados por los distintos niveles estatales y, una muestra de ello, es que generalmente se asientan en barrios periféricos, con escaso o nulo acceso a los servicios de agua, cloacas, iluminación y gas.

En este sentido, Valdata apuntó que la construcción de hogares es una instancia que depende de los gobiernos Nacional y Provincial, aunque reconoció que hay “un déficit impresionante en cuanto a vivienda”.

Marcela Valdata, a la izquierda de la imagen, junto a referentes de pueblos originarios.

“Para la construcción de viviendas Nación aporta un dinero a provincia, que es la que ejecuta, mientras que la Municipalidad se encarga del control. Hay un déficit impresionante de vivienda. En Santa Fe no hay una política clara, y ahí se hace un cuello de botella, porque las familias crecen y a veces son tres o cuatro viviendo en una casa”, observó.

En este sentido, destacó la implementación de programas como el “Hábitat”, en donde se les entregaba a las familias un terreno y materiales, para que sean ellas quienes construyan la vivienda. “Esto tiene otro valor, es tener un techo logrado por sus medios. Ahí recibían capacitación de albañilería, después vino un proyecto de Madres de Plaza de Mayo, donde los capacitaron para hacer la construcción en serie”, detalló.

Tras asegurar que también se debe tener en cuenta la movilidad de las comunidades originarias –que muchas veces retornan a sus lugares de origen– la funcionaria reiteró: “La vivienda es un déficit importantísimo, del mismo modo que lo es la luz segura, el agua y las cloacas. Es una deuda que espero que las próximas gestiones puedan saldarlas”.

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En esta línea, Valdata comentó que hace aproximadamente dos semanas se puso en marcha un proyecto, que data del 2015, para abastecer de “luz segura” a la zona de Rouillón y Aborígenes Argentinos, donde está establecida una comunidad Qom.

“El proyecto propone abastecer a 600 personas con medidores sociales. Al pagar el servicio eléctrico tienen un sistema de cableado. No es la tarifa de luz que se paga en otras partes de la ciudad, sino que es menor por ser zonas que no están totalmente urbanizadas. Sin embargo, asegura que la gente no quede electrocutada, pensando que hay viviendas informales, con mucha chapa. La gente no se niega a pagar, pero cada decisión lleva muchos años y esto hace que las condiciones sean cada vez peores. En términos generales hay poca urbanización en esos espacios”, denunció.

De acuerdo a relevamientos hechos por la Municipalidad, en Rosario hay 6.451 personas que se reconocen como integrantes de pueblos originarios. Sin embargo, Valdata especificó que este número varía, ya que muchas personas –principalmente los adultos mayores– vuelven a sus zonas de origen.

“Las personas más grandes deciden volver a su mundo más natural, tranquilo, con más árboles. En Rosario las zonas periféricas no son muy agradables para la vida, y los adultos mayores lo sienten más”, cerró la funcionaria.

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