Tras el ataque armado de esta madrugada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) se reforzaron las medidas de seguridad, entre ellas aumentar la presencia policial en el hospital y la zona, restringir la atención ambulatoria y la circulación de gente dentro del mismo.

La subdirectora del Heca, Andrea Becherucci, habló con Conclusión y dijo que para poder continuar con la atención, por el momento, se acordó “de parte del gobierno provincial, asegurar mayor presencia policial en todo lo que es el corredero por calle Crespo, presencia policial en el ingreso del personal y además personal móvil que va a estar circulando la zona. Además de continuar con la presencia de gendarmería”.

Te puede interesar: Balearon el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez: más amenazas para Pullaro

Luego detalló que, en cuanto a la circulación interna del hospital, el acceso de calle Vera Mugica va a permanecer cerrado. “La atención de pacientes ambulatorios va a permanecer transitoriamente cerrada, así disminuimos sosteniblemente lo que es circulación de gente por este corredero”, señaló.

Asimismo, se seguirá sosteniendo la atención para las emergencias, cirugías programadas y estudios de alta complejidad que se realizan en el hospital. “Los trabajadores estaban pidiendo detector de metales, botón de pánico, que se verán en una segunda instancia. Estas fueron las medidas iniciales”, aclaró Becherucci y agregó: “Lo que es programado dentro del hospital se va a seguir realizando. Lo que va a estar, un poco como restringido es la consulta externa, la consulta ambulatoria. No así lo que es de emergencias, que eso está garantizado”.

“Sabemos que el hospital durante las fiestas ingresa en un periodo en donde lo que es cirugías programadas y estudios programadas disminuyen, precisamente porque se empieza a preparar el hospital para eventuales complicaciones o complejidades mayores en relación a la violencia que puede generarse en cualquier fin de año. Por eso vamos a disminuir a partir del 16 lo que es cirugías programadas. Pero eso se hace todos los años y se aprovecha también a hacer lo que llamamos una ‘parada técnica en el quirófano’”, explicó de cara a lo que se serán los festejos navideños y de fin de año.

Consultada por el ánimo de los trabajadores, reconoció que “el temor, la angustia, la sensación de que uno está acá poniendo el pellejo, todo lo que tiene, tratando de que gente que necesita una atención o un problema sea resuelto de la mejor manera posible, es angustiante”.

“Probablemente alguno pueda sentirse desprotegido, pero nuestra función es tratar de que esa situación de desprotección sea lo mínima posible, sabiendo que hay situaciones que van a ser impredecibles, pero tratando de que ese margen sea lo más chiquito posible y no sea algo de la rutina. Para eso es un hospital que tiene elementos de seguridad, pero también es un hospital que fue pensado para que sea visible, para que sea iluminado, para que sea cómodo para la gente y estas situaciones de inseguridad, ese pensamiento inicial lo pone en una dificultad y por eso tenemos que pensar también en eventuales reformas”, consideró.

Finalmente, Becherucci dijo que “va a haber restricciones a la circulación de gente. Esto uno lo toma como algo odioso, pero también es cuidarnos. La cantidad de gente que va a poder visitar a sus familiares evidentemente va a ser menor. Vamos a priorizar aquel acompañante de un paciente, o sea, aquel que tiene que ayudar a alimentarse o ayudarlo en la movilización o lo que fuese necesario para la atención de ese paciente. Vamos a tratar de que las familias que no tengan que venir al hospital no vengan, o sea, un paciente que está en terapia intensiva se puede perfectamente, como hicimos en pandemia, tener un informe telefónico, excepto que el equipo médico que lo está atendiendo requiera que vengan”.