“El calor atípico deja al descubierto la falta de inversiones y de respuestas inmediatas”, denunció la delegación Rosario del Sindicato de Docentes Particulares (Sadop) frente a “las medidas excepcionales que no tomaron las entidades propietarias” de los colegios privados frente a la ola de calor.

A través de un comunicado, la entidad gremial señaló que “el 77 % de las escuelas no están en condiciones de soportar las altas temperaturas” y que pudieron haber “desobligado al alumnado o aplicar la dispensa para que asistan a clases sin uniformes”.

“Esto último aun cuando en el 56 % de esos mismos colegios ya tuvieron problemas de salud tanto en alumnos como en docentes, derivados de las altas temperaturas de estos días”, especificaron.

En tal sentido, el secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero, indicó que “laboralmente, el ámbito donde tratar estos temas es el comité mixto de higiene y seguridad. La regla es, en las escuelas privadas, que la entidad propietaria tome las medidas para garantizar que las clases se puedan dictar sin afectar la salud”.

“El tema de ser flexibles en la vestimenta es una herramienta, acondicionar los ambientes es otra. Pero llegado el caso si las condiciones no permiten que se den clases, no se puede poner en riesgo la salud del alumnado”, afirmó el gremialista.

Además, Sadop expuso en un relevamiento que da cuenta de cómo los establecimientos educativos invirtieron las cuotas que abonan los padres porque sólo el 16 % de las escuelas cuenta con aires acondicionados, el 64 % con ventiladores de techo, el 8,6 % con ventiladores de pie y el 0,6 % con ningún sistema de refrigeración.

“Los sueldos vienen subsidiados desde la provincia y la plata que ingresa de las cuotas supuestamente son para mantenimiento e infraestructura. Bueno este es un buen ejemplo de donde deberían invertir”, sostuvo Lucero. Y en este mismo sentido agregó: “Los padres tienen que exigirles a las entidades propietarias inversión en esas cosas”.

Desde también Sadop aclararon que la idea es evitar conflictos y que se imponga el sentido común porque se sobreentiende que nadie quiere tener niños o niñas con vómitos, dolor de cabeza, irritaciones de manera innecesaria ni tampoco a docentes a punto de desmayarse.

“Las entidades propietarias tienen la potestad de suspender temporalmente el dictado de clases. Si no, también le asiste al sindicato la potestad de reclamar por el deber de seguridad que tienen que garantizar los empleadores y tomar alguna medida de acción directa. No es lo que se busca. Lo normal es tomar una medida razonable para el cuidado de la salud”, concluyó Lucero.