Por Lautaro Zeballos

El concejal y precandidato a intendente por Ciudad Futura, Juan Monteverde, está seguro de que puede construirse una Rosario sin miedo a través de tres elementos concretos: un plan que aborde integralmente las problemáticas que padece la ciudad; la edificación de una fuerza amplia y diversa que gane las elecciones para ejecutarlo desde la Municipalidad; y la valentía necesaria para llevarlo adelante. Así lo enumeró en una entrevista exclusiva con Conclusión, en la que desglosó cada punto y contó cuáles son los sectores con los que trabajan para conformar una propuesta electoral opositora que esté más allá de los agrupamientos antioficialistas.

«Creemos que la crisis que está viviendo hoy Rosario no aguanta cuatro años más lo mismo. Hace algunas semanas saqué una carta, que es una especie de llamado e interpelación a toda la clase política y a la dirigencia en general (empresarial, sindical y demás). Si no nos unimos para enfrentar la violencia que vive Rosario, realmente nos vamos a quedar sin ciudad. Hay una necesidad urgente de suspender los matices y las pequeñas diferencias y dividirnos en una sola grieta: las mafias por un lado y la gente honesta y trabajadora por otro», señaló Monteverde en conversación con este medio.

La violencia -con recurrentes balaceras como máxima expresión- aparece como el principal miedo en la coyuntura local, pero no es el único. El edil rosarino entiende que la nueva fuerza política que llama a construir debe abordar prioritariamente los distintos engranajes de esta maquinaria violenta que azota a la ciudad, pero sin ignorar todos los otros miedos que la política tiene pendiente desarticular.

«Que te roben o te maten; que no puedas disfrutar del escenario público, eso es el miedo más visible, pero también estamos en una época en la que hay miedo al futuro. El gran problema que tenemos hoy, no solamente en Rosario sino en Argentina y en el mundo, es que no hay ningún tipo de previsibilidad. Uno no sabe si va a seguir teniendo el trabajo que tiene o si el alquiler va a subir porque se le cantó a la inmobiliaria incrementarlo un 200%. No sabemos qué va a pasar mañana y eso genera mucha angustia», afirmó.

Según planteó, a diferencia de lo que ocurría décadas atrás, hay varias generaciones que fueron críadas en un mundo en el que las certezas no existen. Antes -indicó- un trabajo estable permitía proyectarse un futuro y arraigarse a un lugar. En la actualidad, predomina la incertidumbre. «Contra esos miedos también hay que pelear. Hay que generar certidumbre con proyectos concretos. Si tenemos decisión política y un plan, desde las ciudades podemos garantizar -por ejemplo- que la vivienda no sea un privilegio. Es imposible que nuestra generación, que ahorra en pesos, llegue alguna vez a comprar una vivienda en dólares. Vivimos en un país en el que podemos comprar zapatillas en 12 cuotas y una cocina en 48, pero a una casa la tenemos que comprar al contado y en dólares», ejemplificó el concejal.

Un plan determinado

Monteverde destaca que desde Ciudad Futura no solo tienen para aportar un diagnóstico de situación y una crítica a la pasividad de los distintos gobiernos ante la profundización de problemáticas estructurales como la dificultad en el acceso a la vivienda o el alto costo de los productos que componen la canasta básica, también proponen instrumentos y programas -que en algunos casos ya están en funcionamiento- para construir las soluciones.

«Nosotros tuvimos, lo digo sin jactancia, la grandeza de construir los instrumentos que nos van a permitir garantizarle a cada rosarino un pedazo de tierra o un techo para vivir a partir de una empresa pública de desarrollo urbano. Después de mucho trabajo y esfuerzo, el año pasado logramos sancionar un proyecto de nuestra autoría que básicamente es una inmobiliaria pública, una constructora del Estado que va a urbanizar los barrios populares, que para nosotros es una de las principales prioridades de gobierno, y que además va a poder construir en el centro un edificio que tendrá un alquiler accesible o los métodos de financiación adecuados para poder hacernos de nuestra casa y pagar una cuota en pesos y no en dólares», detalló.

Esto -explicó- haría que el Estado se meta en el mercado de la construcción, no para que todas las viviendas pasen a ser construidas mediante este instrumento, pero sí que la empresa de desarrollo urbano aparezca como una alternativa que en la práctica constituya un dique a la incertidumbre.

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«Eso no solamente es una propuesta y un eje fundamental de nuestra gestión, sino que ya logramos los consensos necesarios, votamos la ordenanza, y el 10 de diciembre vamos a poner en marcha la empresa de desarrollo urbano. Vamos a construir en los terrenos que sean del Estado municipal y después, vía otros mecanismos, estatalmente se puede comprar tierra para construir vivienda», amplió.

Para Monteverde, otro de los motores de la incertidumbre que puede atacarse desde la ciudad es la inflación, con su impacto más sensible en el costo de los alimentos que integran la canasta básica. Dicho problema -apuntó- tiene también como raíz la alta concentración del mercado. A esto, sostuvo, hay que contraponerle experiencias alternativas y elevarlas a la mayor escala posible. En esa línea expuso dos ejemplos concretos que son gestionados por CF: el Tambo La Resistencia, en una de las cadenas más complejas y concentradas de los alimentos en la Argentina, como son los productos lácteos, y la Misión Antiinflación.

«En el país de las vacas, comer un pedazo de queso es un privilegio. Nosotros mostramos como, poniendo la tierra en función del que la trabaja; generando empresas sociales, como la cooperativa del Tambo La Resistencia -y llegando directamente al consumidor- bajamos los productos un 30%. Hay un modelo virtuoso y hay que ampliarlo. Tenemos por otro lado la Misión Antiinflación, un proyecto que ya lleva casi 10 años, donde organizamos a los productores y a los consumidores, quitamos a todos los intermediarios, que son muchas veces los que fijan el precio, y también tenemos ahorro de entre un 20 y un 30% en la canasta familiar. Además el año pasado lo pudimos vincular a Billetera Santa Fe, entonces eso se va a un 60% de ahorro. Y a eso lo hicimos sin ser gobierno», describió.

«Ahora -agregó- en unos pocos meses vamos a estar inaugurando la primera planta de la Empresa Pública de Alimentos, un proyecto que estamos trabajando en vinculación con el Frente Patria Grande con la intención de que en Rosario haya una planta y en Buenos Aires otra, con la idea también de ese concepto de sacar intermediarios. Dentro de muy pocos meses ya vamos a estar con las primeras producciones de una planta que tiene capacidad para producir 500 toneladas de alimento mensual. Ese es el camino que hay que profundizar».

Una fuerza política capaz de ganar las elecciones

La estrategia electoral de Ciudad Futura tiene dos puntas: por un lado, que todos los sectores que Monteverde identifica como espacios del «campo nacional popular progresista de izquierda de Rosario» participen en una gran interna legislativa. Por otro, que la totalidad de esas expresiones políticas se agrupen bajo una única precandidatura a la intendencia que, a la vez, vaya a competir a una interna con precandidatos del peronismo más tradicional, como Roberto Sukerman.

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Este armado busca constituirse como una alternativa opositora que diste de ser un agrupamiento de partidos tradicionales (como el Frente de Frentes que componen Juntos por el Cambio; el espacio Creo -que dirige el intendente de Rosario Pablo Javkin-; el GEN; el Partido Demócrata Progresista; y una parte de la dirigencia del Partido Socialista, entre otros) para conformar un «movimiento de movimientos» que incluya a «lo mejor del peronismo; de la izquierda y el progresismo que no quiere ir al Frente de Frentes; de los movimientos sociales; del movimiento ambientalista; y del feminismo».

Conclusión le nombró puntualmente a Eduardo Toniolli, Lucila De Ponti (ambos del Movimiento Evita), Leonardo Caruana (actual secretario de Salud Pública municipal de Rosario), Carlos del Frade (Soberanía Popular), Fabián Palo Oliver (UCR Radicales Libres), Sofía Botto (Libres del Sur), Miguel Zamarini (Igualdad  y Participación) y Claudia Balagué (Bases) como posibles integrantes de ese Movimiento de Movimientos. El concejal de Ciudad Futura contestó: «Tengo la esperanza de que, con todos ellos, vamos a encontrar la manera, la ingeniería electoral, para lograr ofrecer una opción justa, noble y eficaz para ganar las elecciones».

«El modelo que le estamos proponiendo a todos los sectores es: diversifiquemos en lo legislativo, que haya muchas listas a concejales, diputados y demás, que expresen la diversidad de este movimiento de movimientos; que cada sector que tiene aspiraciones genuinas a representar a una fracción, a un pedazo, una idea o una ideología de la sociedad lo haga y presente su lista. Ahora, en el Ejecutivo unifiquemos eso en una sola candidatura que nos permita enfrentar a otros sectores en una interna. Creo que si logramos eso vamos a ganar la interna, y no tengo ninguna duda de que si ganamos la interna ganamos las generales», afirmó Monteverde.

La mirada que tiene sobre la elección para la Gobernación de Santa Fe; el balance que hace de las diferentes opciones que están en carrera para las PASO presidenciales; y los límites que tiene la invitación a armar una nueva fuerza política local, en la entrevista completa que está disponible en Conclusión TV.

Grabación y edición de video: Sofía King